020. HISTORIA (2)

HISTORIA (2)

«El descubrimiento y difusión de las técnicas de trabajo con metales marca el final del neolítico. La aparición de herramientas de metal permitía trabajar mejor la tierra, hacer armas más fuertes, acumular más poder.La gente vivía ya en poblados de pequeño tamaño y que solían encontrarse en lugares altos por defenderse mejor. De cualquier forma, cabe pensar que habrían muchas aldeas en lugares planos trabajando la tierra de los alrededores (habrían ya bancales) y paciendo los ganados». (Página web Ayuntamiento de Fageca)

«En Facheca hay de momento pocos indicios claros de la primera época de los metales, hace entre 3000 y 4000 años. Se podrían atribuir a este período los grabados del cementerio. Se trata de dos conjuntos que representan círculos y líneas grabadas en la roca. Podrían representar marcas territoriales (como si fueran hitos…) o puntos con valor simbólico para la comunidad». (Página web del Ayuntamiento de Fageca)

Al parecer, existen tres antiguos poblamientos dentro del término municipal de Famorca: -les Coves, -encima del promontorio de la partida del Forn de Calç y en -el Racó del Forat:

-A) Pinturas de los Abrigos del Barranc de la Fita
-B) Pinturas de los Abrigos del Barranc dels Pouets
-C) Pinturas del Barranc de Famorca
-D) Pinturas de les Coves. Asentamiento prehistórico
-E) Asentamiento prehistórico
-F) Asentamiento prehistórico

EDAD DE LOS METALES

CALCOLÍTICO o ENEOLÍTICO

(Del 3000 adC al 2000 adC)
Frente a las Covas de Santa Maira, al lado derecho del río, en la Penya de Pere Martí, en el término municipal de Castell de Castells, en un altozano sobre el río, se encontraron restos de un poblado del Eneolítico (recinto amurallado de piedra).
De este mismo período son los recintos amurallados del «Tossal de Blai» y del «Promontori del Barranc de Bil.la», todos en Castell de Castells.

EDAD DE BRONCE

(Del 2000 adc al 1000 adC). (A la Península Ibérica, la Edad de Bronce llegó sobre el 1200 adC)

Hablando de la Edad de Bronce: “Normalmente se elige como emplazamiento un espolón rocoso entre dos barrancos, lo que constituye una protección natural del poblado, y se cierra… con una recia muralla a veces de varios metros de grosor en la base, Sorprende y maravilla semejante obra de protección para aldeas cuyo número de casas es generalmente reducido. Aunque conocemos gran número de estos poblados –es un periodo de una intensísima densidad de población sin que sea posible determinar si se trata de poblados contemporáneos o sucesivos- apenas ninguno de ellos ha sido excavado en su integridad y la información de que se dispone sobre el aspecto urbanístico es muy deficiente”. (E. A. Llobregat Conesa, 1976)

A partir de la Edad de Bronce comienza a haber asentamientos de población estables en esta zona. De esta época hay muchos restos, ya que había muchos poblados. Fue al llegar la Edad de Bronce cuando, para protegerse, empezaron a buscarse lugares altos para situar los poblados.

Se han encontrado restos cerámicos de esta época en el Pla de la Casa (Fageca), en Costurera y dentro de término municipal de Quatretondeta, en La Solana, Cremaes y Carrascals. En Fageca, excavando un pozo, apareció un vaso campaniforme, probablemente de la edad de bronce o del eneolítico, con dibujos geométricos.

En el Tossal de Blai (Castell de Castells), junto al Barranc de Famorca y las pinturas rupestres, se ha localizado un pequeño poblado de la Edad de Bronce.

Vaso campaniforme de Fageca (En el libro de Picó Bernabeu)

EDAD DE HIERRO

IBEROS

En tiempos de los iberos, por esta zona estaban los Contestanos. Los iberos constituían sus poblados en cerros bien defendidos y de difícil acceso, y cultivaban cereales, vid y olivo. Aparecieron como tal pueblo sobre el año 700 adC o incluso el 500 adC.

También han aparecido restos iberos en la Solana de Tollos, en el Piotxocol y en Costurera. En Benimassot apareció una pequeña dama sedente que está en el museo arqueológico de Alcoy. También en Benimassot apareció un fragmento de un “toro” que fue aprovechado para la construcción de un muro donde aún permanece.

Probablemente habría un poblado íbero en la zona del Brovalet, en Fageca. No se han encontrado estructuras del poblado, pero sí numerosos restos cerámicos.

LA LENGUA IBÉRICA

En Balones han aparecido muchísimos restos iberos, cerámica y estelas funerarias, entre ellos “Las bichas de Balones”, casi todos por la zona de Pixocol, donde, además, quedan restos de un poblado ibero con una muralla ciclópea. Allí apareció una lámina de plomo con escritura ibérica y una pequeña hacha de bronce. Las “bichas” son dos esculturas de piedra caliza que están en el museo de Prehistoria de Valencia. Sus dimensiones serían de 90 x 35 cm., y a una bicha le faltan la cabeza y las patas, y de la otra sólo se conservan los cuartos traseros. Son del 550 al 450 adC.

Los restos de cerámica campaniense ibera aparecida allí, son de los años 400 al 200 adC, y tienen influencia griega. Una estela funeraria que apareció en la partida del Collao tiene 40×30 cm , y tiene una figura parecida a un perro, y otra estela que apareció en el barranc del Carrascalet, representa a la diosa Epona, acompañada por un caballo a cada lado (ésta última está en el museo de Alcoy).

Un poco más lejos, en Xarpolar (término municipal de Planes) hay un poblado ibero. Son importantísimos los plomos ibéricos encontrados en La Serreta en Alcoy.

Si andaban tanto por los alrededores, es seguro que por Famorca también estarían.
Los poblados estarían compuestos por una pequeña agrupación de casas sencillas, de tejado llano, con paredes de base de piedra y muro de adobo de fango. Habrían varias habitaciones separadas (para trabajar, para guardar el grano o para los animales).

Es muy probable que casi todos los nombres de las zonas que nos rodean vengan de los iberos o incluso de alguna lengua anterior.

Según Román del Cerro, en su libro “El desciframiento de la lengua ibérica”, muchos de los nombres actuales derivarían de los íberos, con significaciones muy precisas, que si las aplicamos a los alrededores de Famorca serían las siguientes:

-Pico de Regall, en Serrella, viene de “eri kal”, “cumbre en forma de dedo”.
-Cocones y Cocó, en Tollos, Cocó del Zapato en Alfaro, viene de “kokor”, “pequeña colina”.
-Pla de Llombell, en Serrella, Mallá del Llop, ese “llo” viene de “lau be”, “bajo el llano”o “llano de abajo”.
-Mallá, Mallaeta, Malafí, viene de “nal”, que derivó a “mal”, “escarpe”.
-Serrella, viene de “seraikala”, “la cumbre estrecha”.
-El Racó de Llosá, en Serrella, viene de “lau sa”, “pequeño llano”.
-Rotja, donde aparece, viene de “orts a” y derivó a “rots a”, “escalón, peldaño”.
-Creu, viene de “car”, “piedra”.
-El pico Carbonera (redondeado en su cumbre), viene de “bon”, “esfera o grano de piedra”.
-Aspres, viene de “as bere”, “bajo la roca”.
-Rabosa, viene de “arbos”, “peñasco” o bien de “ar bas a”, “reunión de piedras”.
-Font de la Retura, viene de “ur”, “agua”.
-Umbría de Pisa, al sur de Serrella, viene de “bis a” o “pis a”, “corte oblícuo”.
-Alto de Tronca, en Serrella, viene de “trunko”, “forma de cilindro”.

CARTAGINESES, ROMANOS Y VISIGODOS

La Vall de Seta perteneció a la provincia Tarraconense (Hispania Citerior Tarraconensis) hasta el siglo III d.d.C. Posteriormente, cuando se creó la provincia Cartaginensis, perteneció a ésta.

Realmente no hay ninguna constancia de la presencia de los cartagineses por esta zona, aunque Bernat Capó cita como hipótesis el que Aníbal, camino de Roma, pasara por el valle de Seta, buscando agua para sus tropas.

La presencia romana por estas tierras no comenzó a notarse hasta el año 200 adC., y en los alrededores de Famorca no quedan vestigios, aunque sí en Fageca, donde han aparecido restos cerámicos romanos frente a la piscina, y cerca de allí una rara inscripción latina, como un petroglifo, que dice: “Vitare”. Muy cerca de allí han aparecido restos que hacen pensar en un asentamiento romano del s. III o s. IV, que correspondería a una crisis económica en el imperio, que hizo que población de las ciudades emigrara al campo. Los restos corresponderían a una granja o casa de campo aislada que controlaría el cultivo de las tierras de alrededor.


En unas rocas de la Salema está inscrita la silueta de un ojo, con una línea horizontal en medio, como si fuera un ojo cerrado. El origen de esta inscripción es incierto.

En Balones apareció la tumba de un legionario romano, con una moneda de la época. Esta zona estaba dentro de la demarcación de la Contestania. Al principio, pertenecía a la provincia de Hispania Citerior, cuya capital era Tarraco. Augusto hizo otra división y esta zona perteneció a la provincia Tarraconense.

Constantino subdividió la provincia Tarraconense en dos Conventus: el Galaico y el Carthaginensis, donde pertenecía esta zona. La zona comprendida entre las cuencas del Júcar y del Segura, con el límite occidental en las montañas que están en la cabecera del Vinalopó se llamó la Contestania, y era una especie de subprovincia del Conventus Carthaginensis de la que todavía no se han descubierto los restos de su capital.

«Hacia el final del imperio romano -hace ahora unos 1600 años-, la inseguridad en las ciudades provoca la huida al campo. En algún lugar del plano encontramos restos de cerámica romana que estarían probablemente relacionadas con un asentamiento rural -una villa quizá- ocupada durante este período.
De entre los hallazgos de Cabeza del Plano (Cap del Pla), hay una moneda. Se trata de una pieza republicana, fechada al siglo II y antes de nuestra era».
(Página web del Ayuntamiento de Fageca)

Los visigodos no tuvieron tiempo de extender el cristianismo por España. Por esta zona sólo llegó el cristianismo a Gorga, donde hicieron una pequeña iglesia.

ROMANOS EN FAMORCA

Aunque aparece «El Planet de Famorca» con restos de poblamiento romano, se trata de «El Planet» de Fageca donde se encontraron restos de un establecimiento campesino romano. Igualmente en «Els Brovalets».

MUSULMANES

«En el siglo VIII (hace 1200 años), la Península Ibérica fue conquistada por los musulmanes.
Para nuestras comarcas este es un período muy importante. Se configuró la estructura de poblamiento actual -la distribución de los pueblos y su nombre- y en cierta forma, se adoptaron muchas de las particularidades del territorio que aún hoy se pueden ver.
En Facheca “los moros” construyeron bancales, hicieron huertos, y se establecieron. Sabemos que vino a la zona mucha población de origen bereber, hemos encontrado algunas cerámicas en el Brovalet que parecen tener ese origen». (Página web del ayuntamiento de Fageca)


La invasión musulmana no hay que entenderla como una sustitución de la población anterior por población venida de fuera. Al igual que han hecho otros imperios, tal y como señala José Luis Villacañas, «los musulmanes, lejos de arruinar a las oligarquías locales, por lo general pactaron con ellas y, a cambio de obediencia y sometimiento, las mantuvieron en el poder local, como elementos subalternos de su administración».

Cuando los musulmanes llegaron a la Península fueron colonizando todas las tierras. Fageca y Famorca probalemente se quedarían sin poblar y no se poblarían hasta que, comenzada la reconquista, serían pobladas por musulmanes que huían de la reconquista cristiana.

Los nuevos pobladores buscaban lugares donde hubiera abundancia de agua, y el entorno de Famorca, con todas sus fuentes y los barrancos de Serrella, que bajaban con agua por entonces, era para ellos un buen sitio.

Pere Ferrer, en «El Comtat, arqueologia i poblament d´un paisatge islamizat», 2010 dice que por la investigación arqueológica desarrollada, los primeros asentamientos musulmanes de la comarca se situaron en lugares montañosos enriscados, como el Pla de la Casa, en el siglo IX y que, a partir del siglo X, se intensificó la ocupación con población tribal berebere, pero fue en el S. XII cuando se produjo una eclosión de nuevas alquerías repartidas por todo el territorio.

También hubo antiguos pobladores que se convirtieron a la religión musulmana (muladíes). Los musulmanes estuvieron llegando a la zona hasta el s. XIII. Venían en barcos, preferentemente desde el norte de África.

Escolano, en sus “Décadas”, imagina que los bereberes que llegaron a la zona fueran de cerca de Ceuta (“Septa”), y que por eso llamaran a este valle ”Valle de Septa” y derivó el nombre a Valle de Seta.

Al tiempo, se fue colonizando todo el valle de Seta, y todos los valles de alrededor, creando muchos núcleos de población con muy pocos habitantes cada uno.

Conforme había ido avanzando la Reconquista, parte de la población musulmana que huía del Norte se iba desplazando hacia el Sur. El valle de Seta, como muchas otras zonas, aumentó de población en los años previos a la Reconquista debido a estas migraciones, y se crearon también nuevos núcleos de población. Incluso después de la Reconquista, a mediados del s. XIII, fue aumentando tanto la población de cada uno de los núcleos como el número de alquerías, pero no por los repobladores cristianos, sino por otros musulmanes que eran desplazados de otros lugares al ser repoblados por cristianos. (Como ejemplo, citar que, en 1275, se eximía de pagar impuestos por un año, a los nuevos colonos musulmanes). En el s. XIV, incluso, aparecieron nuevas alquerías en el valle, y hubo una expansión tanto de población como de cultivos.

Es bastante probable que tanto las poblaciones actuales de Fageca y Famorca nacieran a partir de la Reconquista, sobre el siglo XIII (o tal vez en el siglo XI como los castillos).
(Los folletos del ayuntamiento de Fageca señalan que la fortificación del Pla de la Casa estuvo en funcionamiento entre los siglos XI y XIII)


“Los musulmanes supieron aprovechar y superar los modelos de la antigua tradición agrícola mediterránea de época romana e, inspirándose en técnicas asiáticas, se convirtieron en maestros de la técnica hidráulica agrícola”. (CENTRE D´ESTUDIS CONTESTANS – Els musulmans al Comtat, 2009)


El siglo XIV fue terrible para la población de esta zona, debido a las abundantes guerras la economía del reino se hundió y el rey exigió más impuestos a los nobles, además fueron años de muy malas cosechas y de hambre, además de importantes epidemias de peste. Más de un tercio de la población de esta zona pereció por la peste negra y el hambre.


Durante los siglos XV y XVI hubo muchas epidemias de peste, pero a pesar de todo, aumentó la población pues había mucha natalidad (40 por mil). Pensemos que en el siglo XVI el 25% de los niños morían antes del primer año, y otro 25% antes de casarse, y la esperanza de vida era de 25 a 30 años. Entre 1455 y 1457 hubo una sequía muy grande.


En el s. XVI conforme aumentaban las presiones a los moriscos en todo el Reino, muchos venían a estos valles a refugiarse, y se registró otro aumento de población. Como curiosidad, lo que decía el dominico Fonseca en 1612, atribuyendo este poblamiento al deseo de evitar a los cristianos, y hablaba de “las tierras, algunas ásperas y montuosas, que estos salvajes se “holgavan” de habitar por “huyr” de la compañía de católicos y poder apostasiar más a su salvo.”


La vida de los musulmanes era muy sencilla, y ellos eran muy pacíficos, moderados y trabajadores. Su vida era extremadamente austera, eran muy frugales en sus comidas, vestían muy mal y tenían muchos hijos. Normalmente, su comida era una fresada (harina, leche y manteca) de diversas harinas de legumbres, mijo o maíz, y pan de mijo. Contraían matrimonio cuando eran muy jóvenes, los muchachos a los doce años y las muchachas a los once.


Los nuevos pobladores buscaban lugares donde hubiera abundancia de agua, y el entorno de Famorca, con todas sus fuentes y los barrancos de Serrella, que entonces bajaban con agua, era un buen sitio para ellos. Eran muy buenos agricultores y aprovechaban muy bien el agua haciendo balsas y canalizaciones. Sólo trabajaban el terreno que podían convertir en huertas. Así pues, todos los abancalamientos de secano del término municipal se hicieron después de la expulsión de los moriscos, es decir, a partir del s. XVII.
Los cultivos que hacían eran prácticamente iguales que los de hace cincuenta años: trigo, cebada, maíz, olivos, viña, higueras, moreras, almendros y pequeñas huertas.  Josep Ivars en su libro «Proposta de protecció de l´urbanisme andalusí valencià» (2014) dice: 
«En la montaña valenciana, muchas alquerías andalusíes seguían unos patrones de asentamiento propios , claramente diferenciados de los asentamientos de otras comarcas, como la Safor o l´Horta, de relieve plano, tierras más aptas para el cultivo y, en algunos casos, de agua abundante. Estas alquerías de la Montaña, las podríamos definir como un conjunto disperso de un numero reducido de casas, aislados totalmente o agrupados escasamente, en los que no se desarrollan verdaderas tramas urbanas (calles y plazas). los límites urbanos no son nítidos sino difusos, incluso en fechas tan tardías como en el momento de la expulsión (….) Buscaban la presencia de agua en un entorno próximo, no sólo para el consumo humano y del ganado, sino principalmente para el riego de las tierras que permiten la subsistencia del asentamiento».

Josep Ivars hace constar que, al igual que pasa en la población de Famorca, «en la Vall de Gallinera todas las alquerías se asientan en la parte umbría, porque además de que la tierra es cultivable, también están allí todas las fuentes».

La gran cantidad y la escasa dimensión de los núcleos las explica Josep Ivars así: «Hay una tierra de cultivo, de regadío o de secano, asociada a la alquería, que provee de alimentos a un número determinado de habitantes. Sobrepasado este número, es preciso fundar una nueva alquería, que incluso puede estar situada a escasos centenares de metros»

ESTRUCTURA MUSULMANA

«Sabemos muy poco de la comunidad musulmana que vivió en Facheca . Está claro que se dedicaban básicamente al trabajo de la tierra (huerta, trigo, maíz, aceite…), que tendrían muy posiblemente una mezquita, que mantenían su propia justicia, y es casi seguro que hablaban en árabe y mantuvieron bastante intacta su cultura hasta el mismo momento de la expulsión». (Página web del Ayuntamiento de Fageca) 

Cuando desapareció el Califato de Córdoba, en el año 1031, Al-Andalus se dividió en pequeños reinos (Taifas), y el valle de Seta perteneció a la Taifa de Denia, y años más tarde la Taifa de Denia pasaría a depender de la de Valencia. Dentro de estas Taifas había como señoríos “Independientes”, feudatarios del rey moro de Valencia, y el valle de Seta estaba comprendido dentro del Señorío de Alcalá. (Señor de Alcalá fue más tarde el famoso caudillo Al- Azdraq). Al parecer, los valles de Seta y Travadell tenían un gobernador que residía en Gorga, y que dependía del Señor de Alcalá.

Gorga, por aquellos tiempos era una población importante, aunque sólo consistía en lo que ahora es la calle Mayor. En Gorga había cristianos asentados con anterioridad a la dominación musulmana, y los árabes les permitieron conservar su culto, quedando allí un pequeño reducto mozárabe.

Fullana opina que tal vez los gobernadores del Valle fueran los Mas´Ud, por lo de Benimassot, y porque en su término municipal hay una zona que se llama Tossal del Rei, pero esto es sólo una teoría.

Los castillos de Seta (Costurera) y Travadell (a 1,5 km de Millena) eran castillos principales («hisn»: núcleos principales fortificados), y de ellos dependían las alquerías que había en los valles. Otros autores señalan como castillo principal el del Pla de la Casa, y de él dependerían el castillo de Seta (alquerías de la zona de Quatretondeta, Balones y Benimassot) y el castillo de Xeroles (alquerías de la zona de Tollos, Fageca y Famorca). El castillo de Seta es una fortificación del s. XII, de origen musulmán, pero la fábrica de sus muros es cristiana, ya que fue reforzado con posterioridad. Este castillo tenía gran importancia como defensa del puerto de Fageca que era un importante punto de paso entre los valles del interior y la costa. Tiene poca superficie, tiene una torre de planta cuadrada y otra semicircular maciza, y tiene un talud. Junto al castillo había una mezquita importante. Debajo del castillo, cerca de la fuente, estaba el poblado de Costurera. Actualmente, para acceder a él, se hace por un camino de tierra, que sale a la izquierda, a medio camino yendo de Balones a Benimassot.

El castillo del Pla de la Casa, estaba en la parte más alta de Serrella. Consistía en una torre rectangular y un pequeño espacio amurallado, alrededor. Actualmente, sólo queda la base de lo que fue la torre, hecha con mampostería y trabada con cal. Junto a las ruinas se ha encontrado bastante cerámica vidriada del s. XI.


Just Sellés dice: “La construcción existente en la cima del Pla de la Casa está totalmente arruinada, observándose únicamente los arranques de los muros perimetrales de lo que debió ser una torre de base rectangular que encerraba un espacio interior de 4,20 por 2,40 metros. Estos muros tienen un espesor superior al metro y están levantados en mampostería y enlucidos con mortero de cal. En las inmediaciones sólo se han encontrado restos de época andalusí (ss. XI-XIII), lo que sugiere que el lugar fuese abandonado tras la conquista feudal”.


En la Font del Cuquero (en Fageca) también hubo una construcción de época musulmana entre los siglos XI y XIII.


En Serrella, y dentro del término municipal de Fageca, también se han encontrado restos musulmanes en Penya Alta (al este del Pla de la Casa, donde apareció cerámica del s. XIII, al parecer fue lugar de ocupación esporádica), y también aparecieron materiales de los siglos XII-XIV en la zona que le dicen el Castellet, junto al Barranc del Moro (la misma Peña al que dicen el Castellet pudo ser aprovechada como fortificación).


También se encontraron restos ibéricos, del S. II adC.


La localización del castillo de Xeroles (“Jarulash”) es peliaguda, y aunque unos la sitúan en esta fortificación de la Peña del Castellet y otros piensan que era la misma del Pla de la Casa. Lo más seguro es que estuviera en lo que ahora es la partida de Cairola, término municipal de Alcalá, al N. de Tollos.


A pesar de tener sus dudas, (Centre d´Estudis Contestans – “El Comtat, una terra de castells”. Cocentaina. 1996) este libro identifica el castillo de Xeroles con la Torre del Pla de la Casa. Nos describe la torre con unas medidas exteriores de 7,60 metros por 3,80 metros, dejando un espacio interior de 4,20 m. por 2,40 m. la altura máxima de muro que se conserva es de 85 centímetros. También nos cita que apareció cerámica de los siglos XI-XIII, pero no apareció ningún resto posterior, de lo que se deduce que dicho castillo fue abandonado tras la conquista cristiana.

Castillo de Xeroles (Pla de la Casa)

El puerto de Fageca era de paso obligado entre valles, y unía la taifa de Murcia con la de Denia. El camino venía desde Benimassot y pasando por el Molino y el camino de la Salema salía al puerto. El castillo de Seta tenía mucha importancia como defensa de este puerto.

“En 1324, en la Baronia de Alcoi (Alcoi, Gorga y los valles de Seta y Travadell) sólo había cuatro poblaciones cristianas: Alcoi, Gorga, Caraita y Albacer”. (SHARQ AL-ANDALUS – Estudios árabes, nº 2, 1985, Universidad de Alicante)

“En 1324, la Vall de Seta, estaba formada por las alquerías de Quatretondeta, Balones, Benihamet, Benimassot, Beniabdailla, Toillo, Hiecha (Fageca), Famorca, Capellmaimona, Rahal de Bençarcho y Costurera». (SHARQ AL-ANDALUS – Estudios árabes, nº 2, 1985, Universidad de Alicante)

Un texto de 1356: “En la convocatoria de la aljama de la Vall de Seta, realizada el 6 de marzo de 1356, en «lo Toçal del Port de Seta»,asistían además del alamín y del alcadí del valle dos adelantados de la alquería de Quatratonda (Quatretondeta), uno de Balones, uno de Benchamet (Beniamet), dos de Benimassot, uno de Beniabdailla, dos de Tollos, tres de Hiecha (Fatxeca), tres de Famorqua (Famorca), uno de Capollmaymona (Capaimona), uno de Costalera (Costurera) y otro de Rafol de Beni~archo, llamado precisamente Hamet Aben~archo, como si perteneciese a un grupo familiar (los Beniçarcho) que hubiera dado nombre al rahal de su propiedad• Todas las mencionadas alquerías y localidades, algunas de las cuales son hoy simples partidas locales o despoblados, formaban la aljama de la Vall de Seta, cuya estructura de poblamiento disperso y organización administrativa coincidía claramente con las formas antes mencionadas de otras zonas del reino valenciano pobladas exclusivamente por moros”. (LEDESMA RUBIO, María Luisa – La fiscalidad mudéjar en Aragón, 1989)

Dentro de la Aljama de la Vall de Seta, en el siglo XIV, tanto Famorca como Fageca (Hiecha, al parecer tenían más importancia demográfica que el resto de los núcleos moriscos. De los 18 adelantados que había en la aljama, 3 eran de Famorca y otros 3 de Fageca:
«Dos de Quatratonda (Quatretondeta), uno de Balones, uno de Benchamet (Beniamet), dos de Benimassot, uno de Beniabdailla, dos de Tollos, tres de Hiecha (Fatxeca), tres de Famorqua (Famorca), uno de Capollmaymona (Capaimona, uno de Costalera (Costurera)y otro de Rafol de Beniçarcho»

Veamos lo que dice Manuel Vicent Febrer Romaguera en su estudio «Antecedentes y configuración de los Consejos de Viejos en las aljamas de moros valencianas»:

RESTOS MORISCOS

Quedan bastantes, empezando por los nombres, ya que además de otros ya citados nos encontramos con Beniàsmet= Bani Asmat (Hijos del Canoso), Beniaissó=Bani Asim (Hijos de Asim), Benimassot = Bani Mas´Ud (Hijos de Mas´Ud), Gorga (lugar de Aguas), Alcalá = Alacala (El castillo), Travadell que según Escolano deriva de Trauah (cosa plana), o incluso Fageca=Fegireca (Collado de Reca), que decía Escolano y negaba tajantemente Corominas.

Los mayores cuentan que les contaron que antiguamente Famorca era como una parada de postas, junto al camino, y los restos de esta parada todavía los podemos ver junto al corral que hay debajo de les Fontetes. Es una pared alta, curvada, pegada al margen de un bancal, y bastante bien obrada, y está a la parte sur del corral, a unos 30 metros. Cuentan que allí aparecieron unas puertas de madera grandes, con una llave.

La venta que había junto a la bassa dels Pouets, en el antiguo camino a Fageca, también pudo tener origen árabe.

Dentro del término municipal de Famorca, tanto el corral que hay debajo de Les Fontetes (Co.1) como el primero que nos encontramos al sur del Pla de la Cova (Co.18), tienen estructura y construcción árabe. Además, en la partida de la Creu, aparecieron muchos huesos humanos, posiblemente restos de enterramientos musulmanes.

En la partida de La Foya, labrando un bancal, apareció un cuenco de cerámica roto. El cuenco tenía unos 40 centímetros de diámetro, estaba sin esmaltar y tenía inscripciones con letras árabes.

Hace pocos años, cerca del Barranc de la Caseta, entre Famorca y Fageca, apareció una piedra muy pulida y rosácea de unos 40 cm por 20, que era la parte inferior de un molino para tintes.

En Fageca se han encontrado muchos restos: ya Sanchis Sivera en 1922, hace referencia a que a finales del s. XIX aparecieron en el término municipal de Fageca enterramientos islámicos y una lápida, pero desconozco dónde aparecieron y dónde están los restos; en la parte alta del pueblo, aparecieron dos enterramientos con vasijas, sin que se conozca la antigüedad; y en las inmediaciones de la Font Vella, en un bancal que aún le dicen el Bancal dels Ossos, aún pueden verse huesos de lo que fue antiguamente un enterramiento musulmán.

En Benimassot, a finales del s. XIX se descubrió una lápida incrustada en la casa de Juan Bautista Ferrandis, y esa lápida pertenecía a la mezquita de Costurera, y tiene inscripciones en lengua árabe. La mezquita de Costurera estaba en el mismo castillo.

En Tollos: Corral de la Fonteta

Cerca del Pla de la Casa existen varios asentamientos musulmanes:
1) Al norte del Pla de la Casa, a 500 m. al norte, en un tossal de forma alargada desde donde se domina la parte norte de la sierra
2) Al oeste del Pla de la Casa y dominando el Valle de Guadalest hay una crestería muy larga conocida como Penyes Altes o dels Esbardals. Aquí aparecieron tres asentamientos musulmanes.  
3) En medio de Els Frares de Quatretondeta se localizó una pequeña plataforma de 40 m2 donde hubo un asentamiento musulmán.
4) En la Font del Cuquero, en la parte alta del Barranc de Bernat o dels Moros, a 1000 m. de altura, enmedio de dos peñones (donde el izquierdo es bastante espectacular) encontraron una plataforma artificial de 400 m2 . Esta plataforma aún conserva restos de muros al norte y al sur. aquí hubo un asentamiento de la Edad de Bronce y luego fue ocupada por los musulmanes entre los siglos XII y XIII.Desde aquí se ejercía el control del paso entre la Vall de Seta y el valle de Guadalest.

Datos del siglo XVDocumento de la iglesia de Balones. 1528Abelardo Herrero Alonso, 1563Informe sobre el  desarmen de  los moriscos. 1563Censo tributario de 1602“Décadas de la  Historia de Valencia”- Escolano 1611Real Audiencia, 1611
FamorquaFamorcaFamorcaFamorcaFamorcaFamorcaFamorca
HiechaFagecaFachecaSetcheyacaFagecaFagecaFageca
ToilloTolloTollosTollosTolloTolloTollo
QuatretondetaQuatretondaCuatretondaCuatretondetaQuatretanda————–Quatretonda
BenimaçotBenimasotBenimasotBenimasotBenimaçotBenimaçoteBenimasot
BalonesBalonesBalonesBalonesBalonesBalonesBalones
BeniabdaillaBeniaysóBeniaisóBeniaizóBeniaizóBeniayçoBeniaisó
Rahal de BernçarchoLo RafaletRafalet de BeniarcoRafalet de BenimasotRafalet de   BeniayçoRafalet de Benxasco
Capell MaymonaCapaymonaCapaimonaCapaimonaCapat MaymonaCapaymonaCapaymona
CostureraCostureraCostureraCostureraCostorararaCostureraCosturera
BenehametBeniametBeniasmetBeniasmetBeniasmetBeniametRafalet de Beniasmet
Rafalet de TollosRafalete


Los mayores del pueblo cuentan que una vez, en Argel, uno de los muchos emigrantes de finales del s. XIX o de principios del XX, se encontró con un moro que todavía guardaba una llave de su casa de Famorca, que habían ido pasándosela de generación en generación.
El Padre Fullana, según recoge Hurtado (HURTADO, Ernesto. “Los valles de Seta y Travadell”. Alicante. 1976), “durante la dominación de los moros, Gorga no era más que la calle Mayor; y, en el centro, debía encontrarse la iglesia, que permaneció abierta en época tan calamitosa”.
Castell de Castells se llamaba “Kaztal” o “Quastal”. Tollos se llamaba “Tula” o “Tawila”. Cairola se llamaba “Jarushan” o “Yurulas”, aunque quizá estos nombres se referían a Cheroles. Petracos se llamaba “Batraqosh” o “Butraqus”.

Real Audiencia, los   que fueron expulsados.Real Audiencia. Los que quedaron después de la expulsiónNombrados en la Carta Puebla 1611
FamorcaFamorca (0)Famorca
FachecaFacheca (10)————-
TollosTollos (2)Tollo
CuatretondaCuatretonda   (5)Quatretonda
BenimasotBenimasot (6)Benimaçot
BalonesBalones (17)Balones
BeniaisóBeniaso  (0)Beniaysó
Rafalet de BenxascoRafalet de Benxasco (0)
CapaimonaCapaimona (0)
Costurera
Rafalet de Beniamet

-(Estos son los nombres que aparecen en los distintos documentos de los siglos XVI y XVII)

-Tollos en el siglo XIII, se llamaba Toyllo.

-En la penúltima columna, entre paréntesis están las familias que quedaron después de la expulsión.

Castell de Seta

NÚCLEOS MORISCOS

Al parecer llegaron a existir doce alquerías musulmanas en el Valle, seis de ellas son los pueblos de ahora y las otras seis eran: -Capaimona, -Costurera, -Beniamet, -Beniaisó, -Rafalet de Beniaisó y Rafalet de Tollos.

En el siglo XV se decía que el Valle de Seta comprendía las alquerías de: Quatretondeta, Balones, Benehamet, Benimaçot, Beniabdailla, Toillo, Hiecha, Famorca, Capellmaimona, Rahal de Bernçarcho y Costurera.

En un documento de la iglesia de Balones, de 1528, que entonces se llamaba la iglesia de Seta, decía que dependían de la iglesia de Seta diez pueblos, además de Balones con 24 familias: Beniaysó con 8, Costurera con 7, Beniamet con 11, Benimasot con 12, Tollo con 7, Capaymona con 8, Lo Rafalet con 8, Famorqua con 12, Fageca con 22 y Quatretonda con 22 familias.

Vemos que aparecen Fageca, Beniaysó y Lo Rafalet y que desaparecen Hiecha y Beniabdailla y el Rahal de Bernçarcho

Abelardo Herrero Alonso dice que en 1535 los pueblos del valle eran: Balones, Beniaisó, Cuatretonda, Costurera, Beniasmet, Benimasot, Tollo, Capaimona, Rafalet de Beniarco, Fageca y Famorca, con 200 familias musulmanas.

Vemos que vuelve a aparecer Rafalet de Beniarco y desaparece Lo Rafalet.
En el informe sobre el desarme de los moriscos de 1563 nombran Famorca, Facheca, Tollos, Cuatretondeta, Balones, Benimasot, Capaimona, Costurera, Beniasmet, Beniaizó, Rafalet de Tollos y Rafalet de Benimasot

Vemos que aparecen Rafalet de Tollos y Rafalet de Benimasot y que desaparece Rafalet de Beniarco.

En el Censo Tributario de 1602 nombra a: Famorca, Tollo, Quatretanda, Balones, Benimaçot, Beniasmet, Capat Maimona, Costorara, Beniaizó y Setcheyaca. Vemos que aparece Setcheyaca y desaparece Facheca, junto con los Rafalets de Tollos y de Benimasot. En tiempos de Escolano, en 1611, según publica en las “Décadas de la historia de Valencia” nombraba en la Vall de Seta i la Vall de Travadell, los siguientes núcleos: Famorca, Fageca, Tollo, Balones, Capaymona (Tollos), Costurera (Balones), Beniamet (Benimassot), Rafalete (Tollos), Benimaçote, Beniayço (Benimassot), el Rafalet de Beniayço (Benimassot), Benimarfull, Millena (Gorga), Benillup, i l’Albarcar (Benimarfull). Escolano decía que entre todos los pueblos anteriores había más de setecientas casas de moriscos.

Vemos que vuelve a aparecer Facheca, el Rafalet de Tollos (Rafalete) y aparece el Rafalet de Beniaissó, y desaparece Setcheyaca. Por algún error, también desaparece Quatretondeta.


En la Relación de los Anexos a la iglesia, en el s. XVI, así como en una sentencia de La Real Audiencia, también de 1611 se dice: “En la Vall de Seta hi ha onze llocs i son los següents: Balones, Beniaisó, Costurera, Rafalet de Beniasmet, Benimasot, Capaymona, Rafalet de Benxasco, Quatretonda, Fageca, Famorca y Tollo….”


Vemos que desaparece el Rafalet de Tollos y el Rafalet de Beniaissó y aparece el Rafalet de Benxasco.


En otra sentencia de la Real Audiencia de 1611 dice: “En estos lugares de la Vall de Ceta donde solía haber 343 casas: en Balones 69, en Beniaiso 28, en Costurera 23, en Rafalet de Beniamet 18, en Capaimona 19, en Rafalet de Bensaxco 4, en Benimasot 27, en Cuatretonda 51, en Facheca 51, en Famorca 31 y en Tollos 22, y hoy no son sino las siguientes: en Balones 17; en Beniaso y Capaimona, ninguna; en Rafalet de Bensaxco, ninguna; en Benimasot, 6; en Cuatretonda, 5; en Facheca, 10; en Famorca, ninguna, y en Tollos, 2, que son todas 47, las cuales casas con sus tierras están acomodadas de dichos 47 pobladores sin tener hasta hoy ningún asentamiento ni establecimiento o población.”
Sin embargo, en la Carta Puebla del Valle de Seta, en 1611 se nombran: Balones, Beniaysó, Quatretonda, Famorca, Benimaçot, Tollo y “altres llochs de dita Vall de Ceta”.
Vemos que sólo quedan los pueblos de ahora, menos Facheca y más Beniaysó.
Surgen dudas: primero que la Sentencia de la Real Audiencia sobre la primera repoblación dice que hay 47 nuevos colonos, y la suma sólo nos da 40. Después, que si Beniaysó ni Famorca no tenían población nueva en esos momentos, cómo es que mandaron representantes para elaborar la Carta Puebla y, además, hay que preguntarse por qué Fageca no mandó representantes.


En 1646, ya no nombraba a más despoblado que al Rafalet de Tollos y a Beniaizó, y ya no los vuelven a nombrar en años sucesivos, sin embargo, 200 años después vemos que surge otra vez Capaimona con 12 habitantes.


Castell de Castells, en tiempos de los moriscos se conocía por L´Alcudia de Castell de Castells.


¿Qué pasó con el nombre de Facheca?.¿Se puede identificar con Hiecha o con Setcheyaca?. ¿Cómo se explica tanto olvido, incluso en la Carta Puebla, si tenía una iglesia que era la segunda del valle?. ¿Es sólo error de transcripción o tipográfico?. Es curioso.


La estructura de las alquerías, que dependían de los castillos, siguió siendo la misma después de la Reconquista.

LOCALIZACION DE LOS NÚCLEOS MORISCOS


Beniaissó o Beniaizó o Benimasió o Beniaysó.


También puede ser: Benizarió, Beniaizió, Beniayó o Beniacio
Coordenadas aproximadas (731700, 4291357)

En el libro de «Els musulmans al Comtat» (2010) Benimassió es igual que Beniaisó, Beniaizió, Beniayó, Beniaysó o Beniacio.
Según este libro, está en en el término de Balones, a 500 m. de Balones. Está situado en una plataforma alargada de 50 m. por 150 m,, muy cerca del Tossal donde se encontraba el poblado ibérico del Pitxocol.
Trescientos metros por encima de Beniaissó se encontró un cementerio islámico con tres sepulturas.
En 1574 tenía 8 casas, pero en 1699 estaba completamente derruido y deshabitado.

El Rafalet de Beniaissó, 
Que no se sabe si es otro o el mismo Beniaissó, debería de estar a menos de 500 m al oeste de Benimasot, porque allí hay una partida que se llama Pla del Rafalet.
Coordenadas de la ruinas de unos de los Rafalets: (734943, 4292409)


El Rafalet,

(que no se sabe si es alguno de los otros Rafalets) que está en el término municipal de Benimassot, en la zona abancalada que hay por debajo y hacia el oeste de la Penya de la Torreta.

Tenía, en 1574, 11 familias y, en 1678, en un documento notarial, todavía aparecían dos habitantes en este lugar.

El Rahal de Abinçarco o Rahal de Bernçarcho o Rafalet de Beniarco o Rafalet de Beniayço o Rafalet de Benxasco

Es posible que fuera lo mismo que Rafalet de Beniaissó.


-Existe una partida que se llama Benimarcho, que no sé a qué correspondería, y está a 1,5 km al NNE de Balones.
Por otra parte, en vall d´Alcalá existe un poblado que se llamaba Benixarcos o Rafalet de Benixarco o Rahal de Abinçarco. Coordenadas (738173, 4296350)

Beniàsmet o Benehamet o Rafalet de Beniamet o Beniamet 

O incluso, en 1602, Benizaet, o Rafalet de Beniamet o Rafalet de Beniasmet, está dentro del término municipal de Benimassot.

La zona donde se encuentra se conoce popularmente como «Els Corralots».

Coordenadas (733667,4292042)

En el libro de «Els musulmans al Comtat» (2010)Beniamet es igual Beniasmet o Beniasmit.
En 1574 tenía 11 casas y, en 1699, según una documentación notarial, el pueblo estaba deshabitado y casi destruido, excepto en una casa donde vivía un labrador.

Capaimona o Capellmaimona o Capat Maymona.

Coordenadas (738793, 4295347)
Está actualmente en el término municipal de Alcalá, quedan dos casas grandes abandonadas y una iglesia en ruinas, se va por un camino que sale a la derecha, justo antes de abandonar el término municipal de Tollos, yendo por la carretera Tollos-Alcalá. 


En 1574 sólo tenía 7 casas. A principios del S. XIX existían dos familias. Madoz en 1843 decía que tenía 2 vecinos y 12 almas. Antes de que acabase el S. XIX se quedó deshabitada por completo.
La ermita se construyó en 1574

Capaimona

Costurera o Costuraira o Costalera

Está a mitad de camino entre Benimassot y Balones. Muy cerca de Benimarcho.

Coordenadas de Benimarcho (723013, 4291452)
En este lugar existía una mezquita en la cual había una inscripción árabe que acabó en la fachada de una casa de Benimassot, donde estaba en 1922. En los documentos de 1699 aparecía como en ruinas.
En Costurera aparecieron restos arqueológicos de los siglos II y III DdC.

Coordenadas de Costurera, que estaba muy extendida: (733969, 4291758) y, también (732653,4291973) y (733169,4291978) y, también en el término de Benimassot (733969, 4291758)

En Costurera

El Rafalet de Tollos 

Está al sur del pueblo, son los corrales que se ven al sur de la carretera al pasar por Tollos.

-En 1857, aparecía un caserío en el término municipal de Tollos que se llamaba Rafalet de Manzarcos, y donde todavía vivía una familia. Tal vez se pueda relacionar ese nombre con Rahal de Bernçarcho o Rafalet de Beniarco.
Hay unas ruinas muy sugestivas tanto en el Mas de Dalt (736979, 4292869) como en el Mas de Baix (736984, 4292604)


Beniabdallà o Beniabdailla

Tal vez fuera Beniaysó. 

Hiecha y Setcheyaca 

Tal vez fueran Fageca.


-Como curiosidad, los de Rafalet (de Benimassot) y los de Capaymona, pidieron depender de la Vall de Seta y no de la Vall d´Alcalá, debido a que en la Vall de Seta «en la parroquia no había rector ni se bautizaba», según se recoge en unos protocolos de Gorga.

En 1563, en Ayalt había 29 familias; en Bil.la, 8; en Beniaizó, 8; en Beniasmet, 4; en Costurera 7; en Rafalet de Tollos 3; en Capaimona,4; en Maurar (Beniardá), 18 y en Zaneta (Beniardá), 10.


En 1602, en Ayalt había 54 familias; en Bil.la, 12; en Beniaizó, 17; en Beniasmet, 12; en Costurera 15; en Capaimona,13;  y en Zaneta (Beniardá), 12.

NÚCLEOS ARABES DE LOS ALREDEDORES. CASTELL DE CASTELLS

En el término municipal de Castell de Castells estaban L´Alcudia de Castells, que es el pueblo de ahora, Ayalt y Bitla. Ayalt está en el collado de Bixauca, yendo hacia Tárbena, en la planicie, en los corrales que se ven a la izquierda. Bitla estaba donde están los corrales y restos de construcciones, nada más tomar la carretera a Benigembla, a mano izquierda, en la montaña y al otro lado del río.

En algunas publicaciones hablan de un antiguo poblado morisco, al que llaman Santa María. Probablemente se refieran a Santa Maira, en el barranco de Famorca, hacia Famorca, pero allí no hay ninguna constancia de que hubiera un poblado morisco, aunque sí prehistórico.

Me surgen unas dudas. Adolfo Salvá dice que Ayalt estaba al pie del castillo de Castell de Castells, si esto es así, es que había otro castillo además del de la Penya del Castellet en Serrella, y entonces también podría ser que la defensa heróica que hizo Castell de Castells contra Jaime I, según nos cuenta Orozco, no fuera en Castell de Castells sino en Ayalt, que estuviera al pie de un castillo que fue el sitiado, y que lo que dice Orozco de que cambió el nombre de Al-lalat por el de Castell de Castells, no fuera exactamente así, sino que Al-lalat pasó a llamarse Ayalt. Además, Ayalt, cuando la expulsión de los moriscos, era mayor que Castell de Castells.

NÚCLEOS ARABES DE LOS ALREDEDORES. VALLE DE GUADALEST.

En documentos antiguos a Confrides le llaman Confrida, y a L´Abdet, Lafdet, y a Beniardá, Benireda.

En el término municipal de Confrides, aparte de el Abdet, estaban: Florent y Alfofrá. En 1622 hubo una terrible epidemia de peste en Alfofrá que obligó a sus repobladores a trasladarse a Confrides, y Alfofrá quedó abandonado. Florent ya estaba abandonado en 1787 (“a un quarto de Abdet hacia occidente, ai un lugar derruido llamado Florent, con un arroyo en medio, sin puente”, en otro lugar dicen “Florint a un quarto de Confrides, rio Guadalest en medio sin puente”).

En 1787 decían: “tiene el término (de Beniardá) siete lugares derruidos: uno hacia el norte, a un quarto, llamado Buxaraques; al mediodía y a un quarto de Beniardá los lugares de Benimuesa, Mansar, Beniasim, Beniqueix, Benialé, y a dos quartos Adseneta, todos derruidos”. (No todos están en el término municipal de Beniardá).

Podemos decir que, aparte de los actuales, estaban los siguientes:

Florent, o Sorent, o Florents, o Florint (término municipal de Confrides). En 1609 lo citaban como aldea, no como despoblado. Florent está a 2 km al NNO de l´Abdet. Castañeda en 1919 dice: “A un quarto de Abdet hacia occidente hay un lugar derruido llamado Florent, con un arroyo en medio, sin puente”, luego dice: “Confrides está a un quarto de Florint, rio Guadalest en medio.”

Alfofrá o Alsofrá (término municipal de Confrides). Escolano, en 1610, no lo nombra.

Ondara u Hondara (se duda si está en el término municipal de Benimantell o de Guadalest).

Ondarella (término municipal de Guadalest).

Buxaraques, o Muxaraques, o Moxaraques, o Moixararaques, o Moxerques, o Almasraca, o Muxaracas (término municipal de Guadalest). De él se decía: “advertixse que aquest lloch no está ni pot estar poblat, per la incomotitat de la misa y per estar lo riu de por mig y perque no y a agua per a horta ni per a beure…” (“Se advierte que este lugar no está ni puede estar poblado, por la incomodidad de la misa y por estar el río por enmedio y porque no hay agua para la huerta ni para beber”). Al principio acudió alguien, pero en 1611 se rompió el azud y la acequia y ya se abandonó.

Maurar, o Mansar, o Naurar (término municipal de Beniardá o término municipal de Guadalest).

Adzaneta, o Adseneta, o Atzaneta, o Zaneta, o Zeneta, o Adzeneta (término municipal de Beniardá). Al poco de la repoblación se despobló, se decía: “se ha de despoblar, per la incomoditat de la misa y per estar fora de ma”.
Aquí había enterrado un santón musulmán y desde 1336 o antes había grandes peregrinaciones y romerías tanto a la tumba como a la mezquita de Adzaneta, y allí acudía mucha gente de los pueblos de alrededor. Las peregrinaciones duraron hasta 1540.

-Beniqueis o Beniqueys, o Beniquehis, o Benicahiz (término municipal de Beniardá o término municipal de Guadalest).

Benimusa, o Benimuça, o Benimuesa, o Benimuza, o Binimùa (término municipal de Guadalest). Benimusa aparece citado por los autores antiguos, pero, sin embargo, en 1713, no se cita Benimusa, y, en cambio, se cita un poblado del que no tengo referencias, llamado Ginés.

Beniasim, o Beniàsim, o Beniazim, o Beniacim, o Benicasim, o Beàim (término municipal de Guadalest o término municipal de Beniardá). En 1843, Madoz decía que estaba dentro del término de Beniardá y escribía: “antiguamente fue pueblo, y en el día de hoy tiene seis casas de labradores.”

Benialet, o Benialit, o Benihalet, o Benialé, o Beniatlet, o Beniaclé (término municipal de Beniardá o término municipal de Guadalest).

Benisiclí, o Beniseclí, o Benisseclí, o Beniçiclí, o Benizeclí, o Benisedi (término municipal de Guadalest). En 1609 lo citaban como aldea, no como despoblado.
Y no debía de haber más poblados, según citan Escolano y otros historiadores.
Pla Alberola cita dos más, aparte de los anteriores: Saneta, que yo creo que es el mismo que Adzaneta (él los cita como dos) y Mexara, que pudiera ser el mismo de Maurar.


En otros documentos antiguos, nombran dentro del término municipal de Guadalest a Benisili, Benisiva y Benitallá:

-Benisili tenía 15 vecinos en 1563 y 26 vecinos (o bien 20 según otros) en 1602, y 9 vecinos en 1646. En 1609 lo citaban como aldea, no como despoblado.

-Benisiva tenía 2 vecinos en 1563, 3 vecinos en 1602, y 9 vecinos en 1646. En 1609 lo citaban como aldea, no como despoblado.

-Benitallá tenía 13 vecinos en 1563, 12 vecinos en 1602. En 1609 lo citaban como aldea, no como despoblado.


Dentro de la “fillola” de Guadalest, se citaban, además, otros poblados de difícil ubicación:

Benamer o Beniamer, con 6 vecinos (o 12 según otros) en 1602, y 2 vecinos en 1646.

Beniafe, con 7 vecinos en 1602 y 4 vecinos en 1646.-Benimaurell, con 39 vecinos en 1602.

Benimamul, con 29 vecinos en 1602.-Alvacar, con 5 vecinos en 1602.-Mellena, con 48 vecinos en 1602.


POBLACIÓN DE LOS NÚCLEOS MORISCOS DE LA VALL DE GUADALEST

1534-515631565-72158316021609
Confrides46 vec45 vec75 vec88 vec 39 vec(3)72 vec (6)
L´Abdet12 vec14 vec.20vec.27 vec.20 vec.
Florent10 vec10 vec15vec22 vec16 vec
Alfofrá22 vec40vec39 v(7)36 vec
Beniardá25 vec34 vec50vec46 vec47 vec
Maurar15 vec.18 vec9 vec.39 vec.
Zaneta 8 vec.10 vec.12 vec19 (2)
Muxaraques15 vec23 vec20vec30 vec30 vec
Beniasim10 vec18 vec2042 (1)43(1)
Benimusa6 vec 6 vec
Beniqueis4 vec5 vec5 vec5 vec
Ondara6 vec.16 vec.14 vec.54 vec(4)52 vec(4)
Ondarella9 vec.13 vec.10 vec.
Benialet12 vec.15 vec.
Benisiclí30 vec.44 vec.60 vec.70 vec.60 vec.
Castell de Guadalest9 vec28 vec
Benimantell34 vec50 vec54 vec53 vec
Benifato15 vec.15 vec10 vec.40v(5)43 v(5)
Castell de Guadalest, Beniardá, Benimantell y Benifato150 vec400 vec. En 1622

(1) Benimusa y Beniasim juntos
(2) Adzaneta y Beniqueis juntos
(3) 39 vecinos el pueblo y 88 la Baronía de Confrides (Confrides, l´Abdet, Florent y Alfofrá)
(4) Entre Ondara y Ondarella
(5) Benifato y Benialet
(6) 72 vecinos en toda la Baronía
(7) Otros datos dicen que 22 vecinos

RECONQUISTA

La Reconquista de la Vall de Seta tuvo lugar entre 1240 y 1249.

Pasada la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212, los musulmanes se hallaban muy debilitados, y esto fue aprovechado por los cristianos para dar un gran avance en la Reconquista. En 1233 comenzó la conquista de la ciudad de Valencia por Jaime I.

Jaime I llevó adelante sus conquistas con mucha diplomacia, conjugando las batallas con las capitulaciones, lo que como contrapartida permitía la permanencia de la población en las zonas conquistadas.

Cuando las tropas llegaron a estos valles, gobernaba en ellos el caudillo Al-Azraq, cuyo nombre original era Mohamad Abu Abdallah ben Hudzäil. El señorío de Al-Azraq era feudatario del rey moro de Valencia, y comprendía los valles de Alcalá, Ebo, Seta, Gallinera, Pego, Pop y Tárbena (en total eran 90 pueblos, alquerías y castillos), y la cabecera del Señorío estaba en el castillo de Alcalá, en el valle de Gallinera, (con una estratégica situación). Al-Azraq había nacido en Alcalá de la Jovada en 1208, y tuvo confianza y amistad tanto con Jaime I de Aragón como con Alfonso X de Castilla.

En 1243 fue conquistado el castillo de Travadell (en Millena) El castillo de Travadell antes se llamaba de Trauarello.

En 1244, Al-Azdraq se hizo vasallo del infante D. Alonso, hijo de Jaime I, por el Tratado del Pouet, con objeto de retardar la conquista. Los castillos que sometía en este Tratado Al-Azraq eran: Tárbena, Castell de Castells, Pop (al NO de Petracos), Ebo, Gallinera, Cheroles (Cairola) (al NO de Tollos), Margarida, Alcalá, Tollos, la Espelda (al N de Castell de Castells), Petracos y Perpunxent.

En 1245 fue conquistada Alcoy (aunque Zorita dice que fue en 1248).

El valle de Seta se conquistó sobre 1249. En el Libro de Repartimento de todo el valle sólo se citan Gorga, Benimassot y Tollos. Gorga y el castillo de Travadell fueron repoblados con cristianos, pero a ningún otro pueblo del valle fue a vivir ningún cristiano. El número de repobladores para todo el valle fue de 8 familias, de 4 de ellas sabemos el origen (2 de Barcelona, 1 de Lérida y 1 de Zaragoza). La población siguió siendo árabe y siguieron con sus costumbres.

En Castell de Castells, los árabes hicieron una defensa heroica del pueblo, y no entregaron la fortaleza hasta que esta estuvo casi destruida, y casi todos sus habitantes prefirieron morir antes que rendirse. En 1878 Orozco cita textualmente: “Hallándose en poder de los moros, sitióla D. Jaime en el año 1254, y fue tan sangriento y porfiado el combate, que al tomarla sólo halló, como Aníbal en Sagunto, ruinas.” Orozco dice que el nombre anterior de Castell de Castells debió de ser “Al-lalat”, y dice que le dieron el nuevo nombre de “Castillo de Castillos” por la defensa heroica que hicieron.

Cuando Gorga fue conquistada, recibió el título de Villa, y diversos privilegios, y quedó como capital de los Valles de Seta y Travadell. Recordemos que Gorga fue el único pueblo de estos valles donde había quedado viviendo población cristiana durante la dominación musulmana.

Uno de los documentos más antiguos de la Reconquista, lo encontramos en el Libro de Repartimento del Reino de Valencia, en el asiento 1051, donde se citaba un reparto de tierras a unos repobladores, en el término de Tollos: “Pedrolo de Ylerda, R. de Arancis , B. de Angularia, R. de Tona, D. de Cesaraugusta, J. de Estadella, P. d´Escola et Vitali de Mediona: scilicet tibi P. de Ilerda, V iovatas, et unicuique aliorum, IIII iovatas in termino de Toyllo, alcheria de Seta. Xº kalendas septembris, 1249.” (Pedro de Lérida, Ramón de Arancis ¿Arán?, Bernardo de Anglesola, Ramón de Tona, Domingo de Zaragoza, Juan de Estadella, Pedro de Escola ¿Escala? y Vidal de Mediona: a saber, a ti, Pedro de Lérida, 5 jovadas, y a cada uno de los otros, 4 jovadas en el término de Tollos, a 23 de agosto de 1249)

No obstante, los cristianos abandonaron pronto estas tierras y siguieron habitando en ellas sólo los moriscos.

Un dato que me desconcierta un poco es que, Mossen Jaime Febrer, en sus Trobas (escritas en la Edad Media), habla de un tal Guillermo Belenguer, que era un soldado aventurero, procedente de Tolosa (Toulouse), y que logró su fortuna junto al pueblo de Mira-rosa, en el Marquesado de Denia, y por sus servicios, D. Jaime I le dio Tollos, la alquería de Capaimona, y otras casas y tierras en Alicante. Estas Trobas, no obstante, no tienen mucho rigor histórico.

En 1257, Al-Azraq encabezó una sublevación, debido a los atropellos que sufrían sus vasallos por parte de los caballeros cristianos. Fue derrotado en Cocentaina, y gracias a la amistad que le unió en el pasado al rey Jaime I, éste le perdonó la vida y le condenó al destierro. Marchó a Granada y, en la Corte de su tío Mohamed II, estuvo 17 años.

En 1275, para detener el avance de las tropas cristianas, Al-Azraq fue enviado por su tío, el rey de Granada, al mando de un ejército compuesto por 250 jinetes del norte del Africa y 1200 soldados para tomar la estratégica ciudad de Alcoy. Al llegar a estas tierras, se les unieron unos 1800 mudéjares y juntos sitiaron Alcoy (1277). Según unos, antes de comenzar el asalto, cayó de su caballo y murió, otros dicen que pereció en el combate. Sus tropas, faltas de jefe, levantaron el cerco a la ciudad y se retiraron, llevándose el cuerpo de Al-Azraq. Se supone que en todas estas batallas participarían también los moros habitantes del valle de Seta. Después, aún hubo confrontaciones en el Vall de Laguart, donde 17.000 moros se habían hecho fuertes. Realmente, la revuelta de los moros no terminó hasta 1277, con la rendición del castillo de Montesa.

TRAS LA RECONQUISTA

La repoblación de cristianos no llegó a estos valles, ni a muchos otros de alrededor. Los pocos cristianos que se aventuraban a venir por la zona ocupaban los mejores terrenos. Sí acudieron a Gorga, donde ya existía una población cristiana que había sido respetada por los musulmanes.

Don Jaime I fue tolerante con los musulmanes, y respetó sus leyes y sus costumbres, e incluso nombró a musulmanes como alcaldes y jueces. Hubo algunos musulmanes que huyeron hacia el reino de Granada, pero la mayoría se quedaron y siguieron cultivando las tierras, aunque sujetos a fortísimos impuestos.

A todos los Caballeros que ayudaron al rey en sus conquistas, el rey les recompensó con tierras y títulos nobiliarios. La nobleza tenía un gran poder. El Señor era dueño absoluto de sus tierras y podía hacer con ellas y con sus gentes, prácticamente lo que quisiera. El rey sólo intervenía en caso de conflictos importantes, y gravaba con impuestos a estos señores, según las necesidades del momento, y les dejaba libertad de acción en sus tierras para que pidieran los impuestos que quisieran. Con los años, conforme la autoridad de los reyes fue creciendo, la autonomía de los Señores fue disminuyendo.

Alba Soler señala que «el siglo XV supuso el abandono de algunas alquerías, debido a una caída demográfica. A lo largo del S. XVI vuelve a producirse un gran crecimiento de la población, creándose nuevos asentamientos».

El poblado de Santa Maira fue abandonado sobre el S. XV.

“De 1565 a 1609, la población valenciana aumenta en un 50,96%”. (PEREZ PUCHAL, P. – Geografía de la población valenciana, 1996)

OFENSIVA CONTRA LOS MORISCOS

Los nuevos Señores conservaron las viejas estructuras sociales de los musulmanes y sus jerarquías, ya que eso les venía bien para su relación con los vasallos, a los cuales tenían como esclavos. El Señor los necesitaba para poder cultivar las tierras, y los vasallos, dentro de su situación, encontraban más apoyo en los Señores que en los cristianos viejos, que siempre que podían actuaban en su contra. Además, los Señores, nunca estuvieron interesados en la conversión de los musulmanes, ya que siendo no-cristianos tenían menos derechos que si fueran cristianos, y, entonces, no los podrían explotar tanto, ya que entre otras cosas, obtenían el doble de impuestos de los musulmanes de lo que obtendrían si fueran cristianos. Por otra parte, los moros eran menos exigentes, se contentaban con poco y aceptaban las condiciones de vida que se les impusiesen por duras que fuesen.

A partir de 1469, con el matrimonio de Fernando II de Aragón con Isabel de Castilla, se endureció la política religiosa y aumentaron las presiones sobre los moros, al tiempo que los nobles perdían poder frente a la Corona.

Los moriscos tenían muchos enemigos: la Corona primero, porque sabía que los musulmanes no se sentían españoles y colaborarían con los turcos cuando pudiesen; la Iglesia después, porque no concebían que alguien no cristiano fuese español y viviera dentro del territorio con otra religión (pensemos en la evangelización de América, que también fue en masa y se inició por estas fechas); y por último el pueblo llano, los cristianos, por diversas razones: -por racismo, igual que a los judíos, -porque hablaban otra lengua (la algarabía, mezcla de árabe, lemosín y castellano), -porque no soportaban que tuvieran otras costumbres, comieran y vivieran de manera diferente, -porque trabajaban mucho y gastaban poco, -porque aceptaban condiciones durísimas de trabajo y arrendamiento de las tierras que los cristianos no aceptaban, -porque tenían muchos hijos y la población crecía más que la de los cristianos, y sobre todo -porque no se fiaban de ellos, pues pensaban que buscaban la ocasión para vengarse de los cristianos.

La 1ª Germanía, que fue una rebelión de los colonos cristianos contra la nobleza, se desarrolló entre 1519 y 1521. Los colonos cristianos también se enfrentaron con los moriscos en estas guerras, llegándolos a bautizar por la fuerza. Uno de los lugares de concentración de los agermanados fue Guadalest. Aunque en 1521 se dominó la rebelión, se hicieron ciertas concesiones a los agermanados, y aumentó la presión para que los moriscos se convirtieran, y se endurecieron las relaciones entre los señores y los moriscos.

Ignacio Gironés dice en “Política y estrategias de la Corona ante el morisco” (2019):
“soportaron una cadena de calamidades que pusieron a prueba su capacidad de humillación y sufrimiento y cuando pudiera parecer que su capacidad de humillación podía quedar ahí, una nueva ola de odio y marginación volvió a cernirse sobre ellos. La guerra de la “Germania”, de 1522 les terminó obligando a vivir como cristianos y a sufrir un bautismo forzoso y colectivo que los convertiría, desde aquel momento, de mudéjares a moriscos o tagarenos”.

En 1524, Carlos I decretó que todos los moriscos de Cataluña, Aragón y Valencia recibieran el bautismo, y en 1525 ordenó que fueran expulsados aquellos que en el plazo de un año no se hubieran convertido. La Iglesia y la Inquisición presionaron todo lo que pudieron a los moriscos, y, además, les bautizaron en masa, sin que hubieran recibido instrucción cristiana, así que los moriscos siguieron practicando la religión musulmana, pero disimuladamente.

En 1535, los bienes de las mezquitas pasaron a ser de la Iglesia. Fray Tomás de Villanueva fundó numerosas rectorías por esta zona, y envió nuevos predicadores.

Sobre 1540, el primer marqués de Guadalest, así como su hermano Juan (que era el Señor de los Valles de Seta y Travadell), mantuvieron una actitud tolerante con los moriscos, desoyendo las normas de evangelización de la Iglesia. Pero esta actitud no era nada altruista, ya que les cobraban grandes cantidades a los moriscos por protegerles de las campañas de evangelización, e incluso les ayudaba a huir a África a cambio de grandes sumas de dinero. En 1540 autorizó la reconstrucción de una mezquita en el valle de Seta y la celebración pública de las ceremonias musulmanas. Además, intentó convencer al Papa sobre un cambio de actitud contra los moriscos, e incluso buscó la intervención de los turcos e incluso incitó a los moriscos a rebelarse. Desde 1542 sufrió diversos procesos por parte de la Inquisición hasta que en 1569 acabó en la cárcel.

Ferrer Mallol dice que la mezquita que reconstruyó era la de Adzaneta, una aldea del valle de Guadalest, a la que tradicionalmente acudían en romería los moriscos de todos los alrededores.

En 1542, se quejaba el rector del Valle de Alcalá, ya que los moriscos del valle de Alcalá, fueron adscritos por el Marqués a la rectoría del Valle de Seta, para que pudieran eludir la asistencia a misa.

Los Señores se aprovecharon también de que había demasiados moriscos en sus tierras para la poca tierra que tenían, y crearon cuadrillas armadas a su servicio, que cometieron bastantes tropelías, y acabaron convirtiéndose en cuadrillas de bandoleros. El Marqués de Guadalest fue uno de los que más fomentó estas cuadrillas de bandoleros a su servicio, especialmente de 1570 a 1586. En 1586 las tropas de la Corona, al mando del Marqués de Aytona, acabaron con las cuadrillas armadas.

Siguieron haciéndose leyes contra los moriscos. En 1545 se prohibió cambiar de población a los moriscos. En 1563 se ordenó el desarme total de ellos. En 1566 se prohibió el uso de su lengua, de los baños árabes e incluso de su indumentaria.

Ante tanto abuso, de 1568 a 1570, cincuenta mil moriscos de las Alpujarras se rebelaron ante la Corona, y fueron derrotados y dispersados por otras tierras (algunos de los cuales vinieron al valle de Seta). A raíz de aquella rebelión aumentó la presión contra todos los moriscos del Reino. Algunos moriscos del valle comenzaron la huida hacia Argelia.

La población de los Valles se triplicó entre 1563 y 1609, por una parte debido a la alta tasa de natalidad, por otra a los moriscos que vinieron de Granada, y también por otros moriscos que al ser más acosados en otros lugares del Reino, venían aquí.

La Iglesia aprovechó la circunstancia política de la Guerra de las Alpujarras contra los Moriscos para controlar más las zonas donde éstos habitaban. El arzobispo de Valencia, D. Juan de Ribera, que, además, era Virrey de Valencia, y que más tarde lo canonizarían, reorganizó su diócesis en 1574, y continuó con las predicaciones y conversiones masivas, y ordenó la construcción de numerosas iglesias insistiendo en que “no quedara vestigio de las mezquitas.”

NI SE BAUTIZAN NI OYEN MISA Y SOLO BUSCAN IRSE A AFRICA

Eliseo Vidal Beltrán en «El cuaderno de un visitador de moriscos» cita lo siguiente:

«Según una declaración de 1542, en la Vall de Ceta «ni se bautizan ni oyen misa, ni se an bautizado de la conversión aca….; todos los convertidos de este reyno y tagarinos y alarabes que se pasan en Argel e los mas vienen primero a la vall de Seta…a guiarse…..y de Polop se embarcan» (en Altea) 

DESEO DE EMIGRAR

El primer Marqués de Guadalest, a cambio de dinero, daba salvoconductos a los moros de otros lugares para que acudieran al valle de Seta y de allí les organizaba el desplazamiento a la costa. Severino Giner (GINER, Severino. “Historia de Murla”. Inst. Juan Gil Albert. Alicante. 1995) escribía:

“El trasiego de moriscos estaba perfectamente organizado. Los procuradores y oficiales de los señores que tenían vasallos moriscos, con la anuencia y consentimiento de esos mismos señores, concedían salvoconductos (“guiatges”) a quienes querían emigrar de sus tierras para acercarse a las costas en espera de embarcarse para África con las galeras argelinas o turcas. Es decir, que con tales salvoconductos se concedía a los moriscos la facultad de trasladarse a las tierras señoriales de quienes extendían el documento. Estas licencias tenían que pagarlas, naturalmente, siendo así un negocio seguro para los señores territoriales y sus oficiales. Entre los patrocinadores interesados se distinguió D. Sancho de Cardona, Almirante de Aragón, vecino de Valencia, pero Señor de los Valles de Seta y Guadalest, con sus procuradores D. Rodrigo de Beaumont y D. Gaspar Sans, contra quienes la Inquisición instruyó juicio con sentencia condenatoria por fautores de los moriscos”.

En este proceso, que se llevó a cabo a principios de 1542, D. Miguel Zaragoza, cura párroco del Vall de Alcalá, al tiempo que se quejaba de que los moriscos del Vall de Alcalá fueran adscritos a la Rectoría del Valle de Seta para que pudieran eludir la asistencia a misa y las obligaciones religiosas, añadía: “todos los convertidos de este Reyno y tagarinos y alárabes que se pasan a Argel y los más vienen primero a la Vall de Seta, a D. Rodrigo de Beaumont, procurador de la dicha Valle de Seta y Guadalest, a guiarse, y el dicho D. Rodrigo los guía y así guiados vienen a dicho valle y de allí se pasan a Palop (Polop) a donde los guía D. Gaspar Sans, y de Palop se embarcan”, y continuaba escribiendo que: “en los cinco años que había residido en dicho Valle de Alcalá había visto ir hacia los valles de Seta y Guadalest a más de mil almas”.

“Miguel Juan Torres declaro que en la Vall de Guadalest y en los otros valles de por allí todos los nuevos conversos de moros viven como moros y que tenían una mezquita en un lugar de la Vall de Guadalest, que se dice Adzaneta, adonde iban a hacer sus ceremonias y otras devociones como moros.
Mosen Antonio Juan Aznar, clérigo de Misa rector de la Vall de Seta, confirmó que todos los moriscos de su rectoría vivían como moros y confirmó que la mezquita de Adzaneta se había repuesto por orden del almirante. Este testigo había pintado con almagra unas cruces en la mezquita por lo cual tuvo unas contestaciones con el almirante añadiendo que en aquellos valles viven los moros en su secta con más desvergüenza que en todo este Reyno y hacen sus ceremonias y guardan sus pascuas públicamente y todos grandes y chicos están circundados y hacen todas las ceremonias de moros sin recelarse ni temer a nadie” (Textos del proceso contra D. Sancho de Cardona, publicados por BORONAT y BARRACHINA, P. en “Los moriscos españoles y su expulsión”)

Miguel Çaragoza declaró en 6 de marzo de 1542 que era rector de la Vall de Alcala de los nuevos convertidos de seis años a esta parte y que junto a dicha Vall de Alcala están dos alquerías que son del almirante y en tiempo que eran moros los habitadores dellas venían a hacer la çala a la mezquita de dicha Vall de Alcala y luego que este testigo fue rector procuraba que viniesen a misa como los otros de la dicha Vall de Alcala y que bautizasen las criaturas y que como este testigo los apretaba para baptizar recurrieron al almirante pidiéndole por merced que hablase al vicario general que fuese a misa y a bautizar a la Vall de Seta que esta una gruesa legua de las dichas alquerías adonde no reside capellán ni se bautizan ni oyen misa ni sean bautizado de la conversión acá. Esto lo sabía porque un notario de Penáguila que se dice tal Fenollar y es bayle le notificó un mandato del vicario general que tenía en su poder y le manda que no se entrometiese en las dichas dos alquerías y de algunos años a esta parte han nacido algunas criaturas y sabe que no se han bautizado y queriéndose informar de los moriscos de la Vall de Seta le han dicho que no entra capellán en la dicha Valle ni bautizan. Añadió que todos los convertidos de este reyno y tagarinos y alarabes que se pasan en Argel e los mas vienen primero a la Vall de Seta a D. Rodrigo de Beamont, procurador de la dicha Valle de Seta y Guadalest, a guiarse y el dicho D. Rodrigo los guía y ansi guiados vienen a la dicha Valle y de alli se pasan a Palop adonde los guía D. Gaspar Sans y de Palop se embarcan. Esto lo sabia por vivir en la Vall de Alcala por donde an de pasar a las dichas valles de Seta y Guadalest y Palop de los cinco años que ha que reside en la dicha Valle de Alcalá a visto ir por ella a las dichas Valles de Seta y Guadalest mas de mil almas y venir gente de las dichas valles de Seta y Guadalest a Planes para acompañar a unos moriscos de la alqueria que se dice Margalida de la Vall de Planes y los visto este testigo ir a Planes y volver con la gente de la dicha alquería con sus ballestas y arcabuces y había visto un guiatge (pasaporte) firmado de su mano D. Rodrigo de Beamont en poder de un morisco de la huerta de Oliva que se paso a Argel y que todos los moriscos cablan en esto dicen ques publica voz y fama en aquella tierra que los que se pasan van guiados por el dicho don Rodrigo de Beamont y por D. Gaspar Sans y que luego que hay fustas en una noche se sabe hasta Segorbe según ha dicho decir a los mismos moriscos porque dicen que las fustas hacen fuego en la mar de noche y aquel fuego responde a una montaña de Guadalest que se dice Aytana y que aquella montaña hace otro fuego el cual responde a otra montaña que esta entre Seta y Planes y de aquella montaña a otras hasta Segorbe. El guiatge decía así “Yo D. Rodrigo de Beamont procurador general de las Valles de Seta y Guadalest por el almirante mi señor guio a vos tal y a les personas que vuestra muger y hijos y ropa en las dichas Valles de Seta y Guadalest para que vengaís a vivir en ellas…” y que ansi se van y están allí hasta que ven oportunidad de fustas para poderse pasar y así se pasan de cada día que no queda ninguno a venir en ellas. Y termino diciendo que por estos guiatges se pagaban uno, dos o tres ducados según quien es. Este testigo dijo ser presbítero del lugar de Alcalá.

En 17 de julio de 1544 declaro Fr. Bartolome de los Angeles, predicador de S.M. Comisario e intérprete de los nuevamente convertidos que llegando a Gorga, tierra del almirante de Cardona, a bautizar y visitar los moriscos hablo con D. Rodrigo de Beamont dándole a entender que iba a bautizar en la dicha tierra y enviaron a Millena a los moriscos avisándole como iba este testigo a bautizar y predicar; y yendo en compañía de un hijo de D. Rodrigo llamado D. Pedro le digeron que estaban muy escandalizados y alterados de su ida y después de mostrarles las provisiones que trahía le dixeron que querían venir al almirante y el testigo envió su compañero para dar cuenta al Obispo de Segovia. Con el almirante pasó que estando en un lugar de Concentaina que se llama el muro [Muro] vino un Fenollar, criado del almirante, el cual le indico que venía a impedir que fuera a bautizar y predicar y preguntándole por que le dixo: porque piensan que no habéis de hacer sino bautizarlos y degollarlos y si agora los bautizaís todos se nos pasaran allende y el almirante mi señor perderá su renta y S.M. perderá un gran vasallo y cuando aya menester cincuenta de caballo y otros tanto de pie S.M., mi amo se los dará. El testigo le dijo que se había de hacer aunque todo el mundo se hundiese y así se despidió para ir a predicar a un lugar del condado. Mosen Alonso le dio cuenta de su entrevista con el Obispo muy escandalizado y preguntando Miguel Fenollar porque no iban a bautizar a Polop se fueron allá y en el camino se pararon con un morisco de aquella tierra, el qual se mostró conforme en ser bautizado y así fueron y bautizaron todos los lugares de la marina y lo mas peligroso y volvieron fasta donde vino. Fenollar dijo al testigo: ya señor hemos bautizado y pidiéndole el padrón de los bautizados y lo miró y lo tomó consigo y entro por la Valle y hallo por bautizar que se habían dejado ciento y ochenta y acompañole D. Pedro de Beamont y le dijo este ha dicho que ya no habiades de entrar acá y porque no entrasedes les ha hecho pagar dos mil y ochocientos ducados y les dijo escusándose ellos de pagar “paga paga pese à tal, pues que os he hechado de aquí al fraile que no tenéis otra Inquisición ni otro fraile ni otro almirante sino a mi para libraros y que viváis como quisieredes” y este testigo en el primer sermón que hizo que fue en Millena les dijo un domingo en la tarde: “aquí os ha dicho Miguel Fenollar que yo no había de venir ni osaría entrar. Pues veysme aquí donde vengo con el favor de Dios y decilde que me venga a impedir que no tengo temor del ni al almirante ni a persona del mundo sino solamente a Dios y si el emperador mandase que no lo hiziese no dejaría de hacerlos. Aquella noche se quedó a dormir en el lugar de Seta y dijo el dicho D. Pedro: “hasta aquí a dormido el diablo en la cama y agora duerme el ángel”, y que le dijo porque dormía allí el dicho Fenollar y después durmió en ella este testigo. (Textos del proceso contra D. Sancho de Cardona, publicados por BORONAT y BARRACHINA, P. en “Los moriscos españoles y su expulsión”)

“Entre 1535 y 1541 se abre un pleito entre Sancho de Cardona y los acreedores de las baronías de la casa de Cardona. Sancho se ve impotente para hacer frente a las deudas de sus padres, por lo que los acreedores han intentado cobrarlos, embargando las propiedades de sus vasallos. 

Sancho de Cardona hombre culto, refinado, de gran liberalidad, no soportaba la hipocresía de la burguesía y del clero valenciano, ni tampoco a las persecuciones que sufrían los moriscos por parte de la Inquisición. En 1542 se opuso a la asistencia obligada a misa y al bautizo forzoso de los moriscos de dos de sus alquerías en el Valle de Alcalá, enfrentándose al párroco de dicho lugar, aconsejando además a sus vasallos “que en lo exterior fingiesen cristiandad, y en lo interior fuesen moros”, además autorizó a los moriscos de Betxí a tener un lugar de culto y hacer la zalá (……)

En 1540 los inquisidores comenzaron sus investigaciones, pero no será hasta 1569 cuando el proceso se lleve a cabo. El 12 de marzo de 1570 se celebró el auto de fe en Valencia, fue acusado de dar permiso a sus vasallos moriscos para reconstruir una mezquita derribada en sus tierras, en Adzaneta, en el Valle de Guadalest. Hay varios testimonios sobre esta mezquita en el proceso contra don Sancho; la mayoría son de 1563, cuando la mezquita reconstruida fue derribada por segunda vez: “havia catorze / o quinze anos [es decir, hacía 1550] que viviendo alli. El almirante Don Sancho de Cardona señor de la dicha valle [Guadalest] y lugar y segun le dixo a este testigo Hernando de Orduña ques collector del dicho almirante en la dicha valle y que havia preguntado q[ue] cosa era aquello por la mezquita y los moriscos le respondieron que era mezquita y el almirante dixo que por qué la tenían ansi y que los moriscos havían respondido que no osavan adoballa y que el dicho almirante les dixo que la adobasen y que podria ser yglesia en algun tiempo y este declarante la vio despues toda reedificada y cubierta y con unos portales que son porchadas para quando llueve recogerse la gente y hecha mezquita con unas pilas grandes para lavarse y hazer la cala y vio El testigo que venían alli diversissimas / gentes en gran muchedumbre de diversas partes deste Reyno y de fuera del como son de Aragón, de Castilla, Granada y de Arevalo y venían las mugeres a pie descalco y esto en los meses de setiembre y mayo y alli hazían sus ceremonias de moros y se ha continuado esto hasta ahora del dia de quaresma primero [de 1563] que la derribaron por que lo mando su Majestad y questos moros dezían que havía allí enterrado un moro santo y que cree quel dicho almirante lo sabía y lo consentía por ser en su tierra y por que lo sabía todo el Reyno y era publico y notorio (testimonio de mossen Antoni Joan Amat, Rector de la Vall de Seta, 9 de julio de 1563)”. (BLASCO COBEÑO, José Francisco -Proceso inquisitorial contra Sancho de Cardona Ruíz de Liori) 11080. 

“Se deduce del documento la relativa facilidad de movimientos de los moriscos, pues parece ser que había un tráfico de peregrinos y emigrantes moriscos establecido con Argel, con guías moriscos que los llevaban hasta la misma mezquita de Adzaneta. La emigración morisca contaba con el apoyo de los señores, pero este apoyo no era gratuito, los salvoconductos o “guiatges”, debían ser comprados por los moriscos en metálico. Sancho de Cardona proporcionó salvoconductos a los moriscos que deseaban emigrar al norte de África, para que pudieran cruzar sus tierras libremente. El proporcionar salvoconductos fue uno de los motivos de su proceso inquisitorial, además de la reconstrucción de la mezquita de Adzaneta. En su proceso inquisitorial, el Almirante de Aragón recusa entre sus posibles acusadores al párroco de uno de sus lugares, que, según él dice, le guarda rencor porque el Almirante ha hecho apresar a su padre y a su hermano. Con una hábil defensa hecha por él mismo, el marqués pudo demostrar que las supuestas pruebas acumuladas contra él no eran más que una sarta de mentiras y calumnias, y de este modo salvar su pellejo”. (BLASCO COBEÑO , José Francisco – Proceso inquisitorial contra Sancho de Cardona Ruíz de Liori)

 Muerto Sancho de Cardona le sucedió su primogénito Cristóbal de Cardona y Colón, II marqués de Guadalest y Almirante de Aragón, heredó de su madre el ducado de Veragua, el marquesado de Jamaica y fue Almirante de las Indias.

Durante su señorío las finanzas fueron de mal en peor. Para aliviar su situación económica, se casó con Ana de Centelles, hija del I conde de Oliva, firmaron los capítulos matrimoniales el 19 de marzo de 1570 (…)
(…) Los bandos nobiliarios o bandosidades era un derecho reconocido en “Els Furs”, en el que los caballeros, nobles, ricos-hombres, hombres de paraje y hombres honrados pudieran guerrear entre si en todo el Reino de Valencia, con la única condición de que previamente se hubieran desafiado (Furs IX, VIII, 15). Ello acarreaba que a la menor ofensa, los poderosos recurrieran a las armas para lavar la afrenta recibida, a los cuales se añadían sus parientes y amigos, formando bandos muy numerosos.

La lucha de los bandos llegó a tal extremo en el Reino de Valencia, que en no pocos casos algunos nobles tenían atemorizados a los habitantes de Valencia. La actuación del Almirante de Aragón, don Cristóbal de Cardona, ilustra el malestar y desasosiego que provocaba su sola presencia. Se le acusaba de oprimir no sólo a los testimonios sino también a los jueces, por lo que era imposible, al menos judicialmente, actuar contra él. Además, amenazaba de muerte a aquellos acreedores que reclamaban sus dineros y los ministros de justicia no se atrevían a entrar en su casa ni en sus tierras a hacer las ejecuciones, ni a prender a los delincuentes, que allí encontraban cobijo, por miedo al Almirante y a sus ayudantes. 

La implicación de los nobles en las bandosidades respondía a diferentes motivos, en unos casos a la persistencia de rivalidades de antaño, en otros, los hábitos de violencia perseguían fines de entretenimiento y diversión, como fue el rapto de dos monjas del monasterio de la Concepción de Valencia. Al parecer, dos caballeros, cuya identidad se sospechaba, habían secuestrado a una monja de dicho monasterio, repitiéndose la operación poco después. Finalmente, fue inculpado D. Juan de Cardona, hijo ilegítimo de don Sancho de Cardona Ruíz de Liori, I marqués de Guadalest y Almirante de Aragón, considerado erróneamente, por algunos como marqués de Guadalest, el cual confesó el delito. El jueves 21 de febrero de 1577, segundo día de cuaresma, en la plaza de la Seo de Valencia, fue sentenciado a muerte, a la edad de treinta años. También fue condenado su hermanastro, Cristóbal de Cardona, II marqués de Guadalest, por colaborar con él, a la pena de tres años de destierro. En este caso, la actitud de la Corona fue determinante. Era necesario controlar los márgenes de descontrol público y en esta ocasión se estaba llegando demasiado lejos. Por ello, cuando D. Juan de Cardona suplicó clemencia al monarca para que le perdonase la pena, el monarca no accedió. 

Cristóbal de Cardona y Colón, II marqués de Guadalest y Almirante de Aragón, por ser biznieto materno del descubridor de América pleiteó por el mayorazgo instituido por Colón. Desde 1578, en ejecución de las cláusulas del testamento del II Almirante de las Indias, Don Diego Colón y Pravia, muerto sin descendencia, Don Cristóbal de Cardona y Colón pasó a asumir los títulos de duque de Veragua y Almirante de las Indias propios del mayorazgo colombino. Al principio de la contienda los litigantes más importantes fueron: Cristóbal de Cardona y Colón, Almirante de Aragón e hijo de María de Colón y Toledo, un primo hermano suyo de Sevilla, Don Álvaro de Colón y Portugal, conde de Gelves, hijo de Doña Isabel Colón y Toledo y Francisca Colón y Pravia, hija de Cristóbal Colón y Toledo. Al morir Don Luís Colón, II duque de Veragua y III Almirante de las Indias, Don Álvaro de Colón y Portugal, que era alcaide de los Reales Alcázares de Sevilla, reivindicó estos títulos para sí y se los arrogó aun sin que le hubieran sido conferidos, sino, al contrario, discutidos continuamente. El primer fallo de primogénito del marquesado de Guadalest se dio a favor de Cristóbal de Cardona en 1579. Los litigantes apelaron a la justicia y luego siguió una larga contienda que duró treinta años. (BLASCO COBEÑO, José Francisco -Cristóbal de Cardona y Colón, II Marqués de Guadalest)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *