061. HISTORIAS DE OTROS PUEBLOS (1)

1. Tollos, con alcalde con tratamiento de «Ilustrísimo».

En “El imparcial” 7.12.1930, Carlos Sarthou decía:

«Tollos tiene su ayuntamiento de tratamiento de “ilustrísimos” mientras importantes ciudades ribereñas que merecieron la cuna de pontífices y famosos artistas, sólo tienen el de muy ilustres”.

2. Una mina en Tollos

En 1891, Martí Gadea, hablando de Tollos dice: “Tuvo una mina de yeso, hoy esplotada y cegada”.

3. La Iglesia de Fageca.

La advocación de la Iglesia de Fageca, es la del espíritu Santo, pero, en algún documento del siglo XX (PGOU 1989) aparece como dedicada a Ntra Sra. de los Desamparados.

No dejar de ser extraña la advocación de esta iglesia al Espíritu Santo.

Las fiestas de agosto, sin embrago, están dedicadas a «la Mare de Deu del Dolors i l’Esperit Sant»

La iglesia fue erigida como parroquia independiente en 1574 (de la que dependía la de Famorca). Hubo una importante ampliación entre 1727 y 1745.

En 1935, en la «Relación del estado de la parroquia del Espíritu Santo de Facheca y su anejo Famorca» se decía:

«No consta en el archivo parroquial la fecha de erección de dichas iglesias, solo, que en el año 1670 se reservó por primera vez y para siempre el santísimo Sacramento en la primitiva iglesia o capilla de Fageca y que en el año 1727 quedó erigida la actual»
(Esto nos induce a pensar que tal vez la iglesia antigua estaba situada en otro sitio)

4. La Font del Espirit Sant de Fageca. 

Se encuentra, prácticamente, donde nace el Barranc de Famorca, que luego será el río Gorgos.

El Barranc de Famorca, en esta parte , se denomina «Barranc de les Xiques» (Barranco de las Chicas)

5. La importancia del puerto de Fageca

“El puerto de Fageca, antiguamente, era el punto obligado de paso desde el reino de Todmir (Murcia) (y al que pertenecía la Vall de Seta en aquél tiempo) a los Reinos de Valencia y Denia. Por eso tenía tanta importancia el castillo de Costurera como defensa del puerto”. (PICO BERNABEU, Manuel – “Balones, històries, costums i retalls del meu poble”, 1995)

6. Una señora ahogada entre Fageca y Tollos

Antes llovía mucho más que ahora, y el río llevaba agua, y muchos barrancos también. En los libros de la Iglesia, citan el caso de una señora de Fageca, que en 1795, pereció al pasar el barranco que hay entre Fageca y Tollos (lo que es el principio del río Seta), y no se encontró nunca el cadáver, sólo se encontraron sus ropas, aguas abajo.

7. Un niño abandonado en Fageca

En 1797 fue hallado un niño en la puerta de la Casa Abadía de Fageca. El niño era recién nacido, y estaba dentro de un capacito, colgado en la anilla de la puerta de la Casa Abadía. No aparecieron sus padres y se le bautizó con el nombre de Salvador Andrés.

8. Un bautizo urgente en Fageca

En 1787, según documentos de la Iglesia: “Vicente Masanet, por estar en extrema necesidad, fue bautizado en la cabeza, que es lo que únicamente sacaba del vientre de su madre”.

9. Asesinato de una chica en Fageca y secuestro de un joven en Quatretondeta

Periódico «La Época», 1849:


10. Asesinato de un niño en Quatretondeta


Periódico «El Globo», 29 de noviembre de 1877:

«Se encontró en la partida de El Boalli, término rural de Cuatretondeta, el cadáver de un niño de doce años, asesinado con instrumento punzante, según las heridas que tenía en el pecho»


11. Entrega de la bandera al puesto de la Guardia Civil de Quatretondeta.


En noviembre de 1924 se celebró la ceremonia de entrega de la bandera al puesto de la Guardia Civil de Quatretondeta.
Revista técnica de la Guardia Civil de noviembre de 1924

12. Un muerto en la construcción de la carretera de Quatretondeta, en 1925

Periódico «La libertad», 22 de julio de 1925:

13. Agresión al alcalde de Quatretondeta en 1932

Periódico «El Heraldo de Madrid», 8 de marzo de 1932:

14. Un centenario en Fageca

En 1675 falleció Antonio Blay Sancho, a la edad de cien años, que en aquellos tiempos eran mucho más difíciles de cumplir que ahora. Al parecer era de Fageca.

15. La cantera de Fageca.

En la parte oriental de la sierra de Alfaro, en el término municipal de Fageca, a mediados del siglo XX estuvo en funcionamiento una cantera de extracción de piedra caliza. Todavía quedan restos de la explotación y las huellas de los barrenos.
Esta cantera se quiso poner de nuevo en explotación en 2008, pero tanto los ayuntamientos de Fageca, Benimassot y Tollos como la población se opusieron a la misma.

16. Un cura en Facheca

Se cuentan unos hechos que, al parecer, ocurrieron en 1896

Hechos ocurridos en 1896 (NAKENS, José –Nuevas calumnias al clero, 1915)

http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000188756&page=1

Publicado en “El motín”, el 26.09.1896

17. Osos pardos, hienas y leopardos en Fageca

https://pagina66.com/art/111047/osos-pardos-hienas-de-las-cavernas-y-leopardos-en-fageca

En la publicación “Página 66” de 24 de mayo de 2017 apareció un artículo titulado “Osos pardos, hienas de las cavernas y leopardos en Fageca”. Y dice:
“El museo Isurus alberga estos días una exposición temporal de los fósiles encontrados en el yacimiento de La Salema, en el término municipal de Fageca.
Esta exposición es parte del trabajo que ha desarrollado el paleontólogo Mauro Ponsoda para el Máster en Patrimonio Cultural, Identificación, Análisis y Gestión de la Universidad de Valencia.
El yacimiento de la Salema está situado en el municipio de Fageca, dentro de una cavidad. Es un yacimiento cuaternario del pleistoceno superior y en el que se han encontrado huesos de oso pardo, hiena de las cavernas, lobos, zorros, caballos y restos de leopardo, entre otros.
Uno de los hallazgos más interesantes del yacimiento, según ha contado Ponsoda, es un hueso de leopardo en el que, parece ser que sufría cáncer maligno. Aún se encuentra en estudio pero de ser así, sería uno de los primeros registros que existen de cáncer en un animal.
Existen varias hipótesis sobre el yacimiento. Se cree que podría tratarse de una madriguera de hienas, lo que explicaría la existencia de gran diversidad de animales encontradas en su interior, ya que las hienas son animales carroñeros que se alimentan de cualquier carroña a 50 kilómetros a la redonda. También se cree que en un momento posterior podría haber sido una osera, donde hibernó un oso que no sobrevivió a la hibernación”.
-Por otra parte, los paleontólogos del Museo Paleontológico de Elche han denunciado repetidamente «el expolio sistemático en zonas de gran interés paleontológico como el yacimiento con restos del Pleistoceno de La Salema, en Fageca».
-En 2014,en el Centre Cultural d´Alcoi se impartió una conferencia sobre el «Estudio preliminar de los microvertebrados del yacimiento del Pleistoceno Medio de La Salema (Facheca, Alicante)», por E. Colomina, F.J. Ruíz-Sánchez, V.D. Crespo, S. Mansino, R. Marquina y P. Montoya.
-Existe un excelente estudio denominado “Un nuevo yacimiento del Pleistoceno, La Salema (Fageca, Alicante): Resultados preliminares del estudio de la macrofauna”, de Mauro Ponsoda, Alfred Sanchis y Francisco J. Ruíz-Sánchez,.


http://www.mupreva.es/dedalo/media/pdf/publicaciones/standar/mupreva194_mupreva153_1009.pdf


donde entre otras cosas dice:
“El yacimiento de La Salema se encuentra a unos 800 metros al noroeste del municipio alicantino de Fageca, a una altitud de 770 m. s. n. m. En el año 2007 se llevó a cabo una excavación de urgencia dirigida por el Departamento de Geología de la Universitat de València y el Museo Paleontológico de Elche, donde se recuperaron 330 restos óseos pertenecientes en su mayoría a grandes mamíferos.
La presencia en La Salema de otros herbívoros como cérvidos, suidos y équidos nos habla de la existencia de zonas con arbolado más denso y también de espacios abiertos en el entorno del yacimiento. En lo referente a los mamíferos carnívoros hallados en La Salema, destacan el oso pardo, la hiena y el leopardo”

18. Otros fósiles de Fageca

En la parte noroeste de Fageca (en el yacimiento de La Salema) se encontraron numerosos fósiles.
Desde la Universidad de Valencia, se realizó un “Estudio de los microvertebrados del yacimiento del Pleistoceno Medio de La Salema”, realizado por E. Colomina y otros.
https://www.academia.edu/4707954/ 
(Estudio preliminar de los microvertebrados del Yacimiento del pleistoceno Medio de La Salema, Facheca, Alicante)
Se localizaron 175 restos fósiles de roedores y reptiles que datan del pleistoceno Medio(entre 250.000 años y 450.000 años.

19. L´Ullal de Quatretondeta

Martí Gadea, en 1906, dice que ya entonces era una fuente muy conocida en toda la comarca, y que es una fuente que no se seca nunca. Esta fuente está debajo de un paredón en la roca y la surgencia apareció casualmente hace varios siglos, cuando estaban picando la roca para hacer una acequia de conducción de agua hasta el molino de Quatretondeta.

20. La película “Quatretondeta”.

– En el año 2016, el director y guionista de cine Pol Rodríguez situó en Quatretondeta la acción de la película, que, además, supone un interesante recorrido turístico por las comarcas interiores del sur.
Se estrenó el 14 de diciembre del 2016.

– En Otroscineseuropa, ER dice: 
«Existen películas donde el paisaje cobra una importancia mucho más capital que todo aquello referido a la propia aventura de los personajes. En Quatretondeta, relato centrado en Tomás (José Sacristán) y su empeño por enterrar a su difunta esposa en el pueblo del título, estamos casi hasta un western donde el escenario determina todos los acontecimientos. Desde ese desfiladero de montañas rocosas donde tiene lugar uno de los duelos, al pueblo valenciano donde se celebran las fiestas de moros y cristianos, es ahí donde la película encuentra su principal valía: en el anclaje en la realidad de unos protagonistas que, por otro lado, escapan al naturalismo del contexto. A medio camino entre el esperpento y la tragicomedia, Quatretondeta no es una película perfecta y hay ocasiones en que el tono de sus elementos (desde las actuaciones de los actores a una insistente banda sonora circense) va a la contra de la propuesta, pero triunfa en aquellos momentos en que la ficción se integra con el documental y, por ejemplo, se aprovechan esas fiestas reales del pueblo como escenario».

– Revista «Fotogramas»: QUATRETONDETA: CUANDO SACRISTÁN HUYÓ CON UN CADÁVER
“¿Cómo manejar el humor negro y que no se te escape de las manos? ¿Cómo ‘defenderte’ de la etiqueta de ‘berlanguiano’? ¿Cómo dirigir a un mito viviente como Sacristán? De todo esto, y más, hablamos con el realizador Pol Rodríguez, que debuta en el largometraje con la comedia ‘Quatretondeta’, que llega a las salas después de su paso por el Festival de Málaga. PERE VALL 29/04/2016
“Esta película nace de la necesidad de proponer una mirada al mundo rural, y ver en qué situación se encuentran nuestros pueblos, cada vez más vacíos”, explica Pol Rodríguez a FOTOGRAMAS a propósito de su ópera prima, ‘Quatretondeta’, una comedia negra “sobre la memoria” que protagonizan José Sacristán, Laia Marull, Sergi López y Julián Villagrán, y que comienza cuando el primero de ellos (Tomás) huye con el ataúd en el que reposa su mujer, recientemente fallecida. Y es que por nada del mundo quiere Tomás que el cuerpo viaje hasta París, donde reside la hija de esta, interpretada por Marull. “El motivo de que la historia transcurra en Quatretondeta (Alicante) es que mi familia procede de aquí, y aquí pasé mi infancia y adolescencia. Y conozco su cultura y su manera de ser”, añade el novel director, que se ha curtido al lado de cineastas como Marc Recha, Claudia Llosa, Rafa Cortés o Agustí Villaronga. Ha sido ayudante de dirección en unos 35 largometrajes.
“Un film es siempre un ejercicio de riesgo y una búsqueda de la originalidad. El cineasta tiene la responsabilidad de mostrar nuevos mundos al espectador”, reflexiona Rodríguez, que ha mezclado humor y muerte, risas sonoras y sonrisas más sutiles, folclore y road movie en cóctel que, si no vigilaba con las dosis, podía “haberse ido a tomar por el saco. Por suerte, tenía a mi lado no sólo a un gran reparto, sino también a un estupendo equipo técnico. Entre unos y otros me dieron tranquilidad y la seguridad de que podría apretar al máximo las tuercas, primero, en el guión y, luego, en el rodaje”. Desde que se empezó a tener conocimiento de este proyecto, que ha contado con el respaldo de la productora Arcadia Motion Pictures (‘Blancanieves’), la etiqueta de ‘berlanguiano’ ha estado ahí colgando. “Yo no me plantée a Berlanga como referente de una manera consciente. No soy mitómano, pero, mirándolo bien, sí que es verdad que compartimos el humor negro y la ternura. Porque Berlanga podía ser muy tierno”, expone el director.
CÓMO DIRIGIR A UN MITO Tener a sus órdenes a José Sacristán… un capítulo aparte y “una experiencia inolvidable, no sólo para mí. Para todos los componentes del equipo. Es el mejor actor que podía interpretar a Tomás. Encajaba perfectamente. Pepe es una persona tan generosa y vive tan a fondo su trabajo que se puso a nuestro servicio por completo. Y se entusiasmaba. Y, a pesar de tener 150 películas a sus espaldas, y tú sólo una, Pepe seguía necesitando mis indicaciones, y me preguntaba qué quería que él hiciera, o cómo había planteado yo tal o cual escena”. Otro de los agradecimientos especiales de Pol Rodríguez es al pueblo de Quatretondeta, que “participó en masa como extras, y que en cierta ocasión en la que llegó un temporal, en medio del rodaje de una secuencia de pelota valenciana en las calles, abrió sus puertas y acogió al equipo en sus casas, adoptándonos”.
¿Y ahora tiene esperanzas de recoger algún premio en el Festival de Málaga, que se clausura este fin de semana? “No, pero, por otra parte, yo soy más de compartir que de competir. Y, después del festival y del estreno, estoy más pendiente de acabar un nuevo guión. O atento por si algún amigo me llama para que sea su ayudante de dirección en una película que suponga otra aventura para mí”, concluye”. (FOTOGRAMAS)

21. El robo de Benimassot

Dibujo de Remigio Soler 

Benimassot, en sus tiempos, fue uno de los pueblos más ricos del valle. Tanto, que su iglesia dedicada a la Purísima Concepción, estaba decorada con polvo de oro. Esto trajo como resultado que su fama fuera lejos y así, un mal día, atrajo las miradas de los amigos de lo ajeno, sufriendo entonces uno de los robos más singulares de que se tenga noticia.
Indiscutiblemente fue el robo más famoso de la comarca, pero también hubo otros, como cuando secuestraron y robaron a Miquel Siso de Quatretondeta, o cuando en mil ochocientos setenta y tantos robaron en la casa que tenían en Almudaina los Ferris de Quatretondeta, los ladrones fueron un tal Xispa de Fageca, Ripoll de Adzeneta y el administrador de los Ferri.

El robo de Benimassot ocurrió el 22 de febrero de 1874 a las seis o siete de la mañana. . Aunque no se sabe seguro quiénes fueron, se sospecha que era una banda de Tárbena mandada por el Sifre, aunque otros piensan que era una banda donde estaban el Tort de Castell de Castells y Tona el de Pedreguer, acompañados de cinco más de Pedreguer. Eran siete jinetes, y cuando llegaron a las afueras de Benimassot, esperaron a que tocaran a misa, y pasados diez minutos del tercer toque, tres de los bandidos se apostaron a la puerta de la iglesia, hicieron notar su presencia y cerraron la puerta. 

Los asaltantes apuntalaron la puerta de la iglesia para evitar que nadie saliese del templo y al mismo tiempo buscaron leña para hacer un gran fuego en la misma plaza, bloqueando también la campana de la iglesia con el fin de que nadie pudiese dar ninguna señal de socorro.

Iban encapuchados, y se expresaban en castellano para que no se les notase el acento de Tárbena. Alguno de los bandidos debía de ser de Benimassot, ya que llevaban una lista con todos los del pueblo, a los que fueron llamando de uno en uno, y lo llevaban a su domicilio, le robaban todo lo de valor que encontraban, y lo llevaban de nuevo a la iglesia. El robo duró tres horas. Un bandido repetía: “Señores, no se asusten, que aquí no pasa nada, todo es cuestión de dinero”.

Otros dicen que fueron una banda de 34 ‘roders’ (bandoleros), armados hasta los dientes, que tenían rodeado el pueblo y controlaban entradas y salidas sin que lo supieran sus pocos habitantes, aguardaron a que todos estuvieran dentro del templo para encadenar las puertas por fuera e impedir que nadie saliera por su cuenta, incluso ataron las campanas de la torre, por si a algún vecino se le ocurría tocar a rebato. Tres ‘roders’ quedaron dentro.

Robaron dinero, alhajas, jamones y embutidos. también robaron las armas. Robaron unos 55.000 reales, que serían 700.000 euros de hoy en día. La operación duró tres horas, y acabado el robo, cuatro mulos con los serones repletos salieron delante, y los otros tres salieron una hora después sin apenas carga. Huyeron por el Barranc de Malafí.

Los encerrados no se atrevieron a abrir las puertas de la iglesia hasta pasadas más de dos horas de que salieran los últimos bandidos. Algunos quisieron salir tras ellos, pero el cura y las mujeres les convencieron de lo contrario.

Escarmentados, los hombres de Benimassot jamás volvieron a entrar todos juntos en la iglesia, quedándose siempre algunos fuera, cuando se decía misa, haciendo guardia.

Josep Tomás García, alias Josep de la Tona,”Pep de la Tona” “Roder” de Pedreguer, es el cabecilla según las autoridades de este singular robo, en el que no existieron victimas en la propia población, pero todo apunta que las diferencias de los asaltantes sobre la riqueza obtenida terminaría con la vida de dos de ellos en la zona conocida como el Pou de Soler del Barranc de Malafí.


De todo lo robado nunca se pudo recuperar nada, pero algunos vecinos de Pedreguer, Ondara, Benidoleig, Rafelcofer, Benimeli, consiguieron una fortuna de la noche a la mañana.Como dato curioso, Josep «de la Tona» es el único bandolero al que se ha dedicado una calle en la población de Pedreguer.

Al parecer, la banda de Josep de la Tona tenía la protección de Blai Frasquet, notario de Ondara y vecino de Rafelcofer era, al mismo tiempo, amigo del propietario de la casa de Benidoleig donde se guardó el botín. Además, aprovechaba su condición de notario para convertir el dinero robado en legal. 

Otro personaje con una presencia destacada es el alcalde de Benimeli y primo de Josep ‘de la Tona’ que actuaba como testaferro.

Manel Arcos y Paco Pascual Soler han escrito libros sobre este robo.

22. Dos asesinados en el Pou de Soler.

En el pou de Soler, en el Barranc de Malafí, aparecieron dos cadávres poco después del asalto de Benimassot.

23. Fábricas de Castell de Castells

En 1826, Miñano dice que en Castell de Castells “había varias fábricas de cera”.

24. El cartero de Castell de Castells

A finales del siglo XIX, aunque algunos dicen que fue sobre 1925, en Castell de Castells había un cartero, de unos veinte años de edad, al que un alcalde de Castell de Castells le acusó injustamente de un robo. Lo encerraron, y el cartero, del susto se murió. Tres años más tarde, este mismo alcalde, en una disputa, le pegó un tiro a una persona y lo dejó manco. Todo el pueblo quedó de acuerdo en guardar silencio sobre los hechos, pero la madre del cartero fallecido denunció al alcalde, y cuando vino la Guardia Civil de Callosa a detenerlo, el alcalde se murió del susto.

25. La ermita de Petracos





La ermita del Pla de Petracos se inició poco después de la expulsión de los moriscos, S. XVI, pero no se pudo terminar nunca. Su estructura es similar a la iglesia de Beniaia y también similar a la del despoblado morisco de Xinquer (l´Alcudia de Veo) en la Sierra de Espadán.

Está construída con piedras de formas regulares. La planta es rectangular. La cubierta era a dos aguas.

En 1870 el párroco de Castell de Castells recaudó fondos para terminarla, fondos que fueron robados y desde entonces el inconcluso templo quedó definitivamente abandonado.

Las «malas lenguas» dicen que fue el mismo párroco de Castell de Castells quien robó los fondos recaudados para la reconstrucción y huyó del pueblo a paradero desconocido, acompañado de una feligresa de la parroquia.

26. Castell de Castells, el núcleo más aislado.

Castell de Castells es el núcleo habitado más aislado de toda la provincia de Alicante, (aquél que tiene menos cerca otros núcleos habitados)

27. Balones: La aparecida en el castillo

En “El imparcial” 7.12.1930, Carlos Sarthou decía:

“En donde hay alguna cumbre estratégica surge un castillo montaraz, cuyas ruinas conservan aún la fama de sus tradiciones que lo sobreviven (recordamos a la dama castellana muerta en maldición y que anualmente se aparece a un viandante a depararle la suerte)”. 

28. Un nombre fálico para Balones

En “El imparcial” 7.12.1930, Carlos Sarthou decía: En Balones, nos hablaron los doctos del ibérico “Pichocol”, un gigantesco falo de piedra encumbrado en un monte, como obra del capricho natural de las rocas, o mejor aún, burda cantería de los primitivos pobladores, ya desgastada por las lluvias seculares. De ahí se origina el nombre primitivo del pueblo prerromano, sucesor de la estación prehistórica de la cumbre, y cimentado en el arranque de aquel monte hasta la dominación muslímica (hoy simples corrales de Biniarchó). Se llamó “Falone” y, por corrupción, Falones, y Balones en la actualidad, según opinión del actual cronista de Valencia”

29. El pobre de Balones

En el siglo XIX, en Balones, el dueño de unos campos estaba con los segadores, haciendo la siega, y vieron venir a un pobre, y el dueño le dijo a los segadores que se iban a reír un rato, porque iba a hacer bailar al pobre. Cuando éste llegó, le dijo que bailara, y él no quiso, y, como insistió, el pobre se hartó de ellos y sacó una pistola que llevaba y, apuntando al dueño, le hizo bailar e hizo aplaudir y jalear a los segadores y lo tuvo bailando hasta que quiso. Luego se marchó, diciéndole al dueño: «No hay que reírse del gato hasta que no se le han visto las uñas».

30. Gallinas y perros de Gorga

Había una raza especial de gallinas en Gorga que se extinguieron en el siglo XIX. Gaspar Escolano, en 1611, ya las nombraba, y decía: “Críanse en esta villa gallinas españolas de extraordinario grandor, y las llaman por excelencia, de Gorga”. (ESCOLANO, Gaspar – Décadas de la historia de la insigne y coronada ciudad y Reino de Valencia, tomo V, sobre 1600) 

Cavanilles en 1793, hablaba de unas gallinas de gran tamaño: «Ví en Gorga una variedad de gallinas recomendable por su tamaño, mas que doblado que el de las ordinarias de Madrid. Tienen el cuello y las piernas muy largas, poca pluma en muslos y cola, y dos cuernos en la cabeza en vez de la cresta que ordinariamente vemos en las demas gallinas. Ponen huevos proporcionados al tamaño de su cuerpo, y los vecinos cuidan de perpetuar la especie, conocida en el reyno con el nombre de Gallinas de Gorga. Vi unas monstruosas en casa de los señores D. Antonio y D. Miguel Olcina”.

Medio siglo más tarde (1845), Pasqual Madoz decía:

“En Gorga se criaban en otro tiempo una clase de gallos de grandes dimensiones y sumamente altos, llamados de la casta de Gorga, los cuales han degenerado mucho por no haber cuidado su fomento: hasta se les ponía plato en la mesa de los amos”


El párroco de Gorga, Agustín Gascó Alfonso constataba en 1885 que ya casi no quedaban, por haberse descuidado su cría.

Lluis Fullana decía a principios de siglo XX:
«Gallos de Gorga. Son una notabilidad y se pagan a precios muy subidos. En la Exposición Regional de Valencia, de 1867, se concedió un premio, medalla de bronce, a D. Casto Vargas que presentó dos ejemplares. Tienen muy largas las piernas y negras todas sus plumas, sin mancha ninguna de otro color, y dos cuernos en vez de cresta. Se ha descuidado mucho la cría y conservación de estos animales y hoy casi no quedan ejemplares».

“Atrás quedaron los legendarios gallos de corral que dieron fama a la villa a principios de siglo en la Exposición Regional de Valencia”. (JOAQUIM GENIOS CARDONA)

El 27 de Mayo de 1858 durante la visita de la reina Isabel II a la provincia de Alicante se hizo una exposición de productos de la tierra. Entre otros muchos se expusieron: «-Un gallo y una gallina de la casta denominada de Gorga; por el pueblo de este nombre. -Una gallina y dos pollos de la casta de Gorga».

Martí Gadea dice que tenían la cresta en forma de clavel y las plumas muy brillantes.
Además de las Gallinas de Gorga, en esta villa se desarrolló la única raza canina de todo el Reino de Valencia, y se llama así de la raza Gorga. Estos perros son parecidos a los dogos ingleses (a los   pointers). Ya han desaparecido.

Los perros tenían una altura de unos cincuenta centímetros.

Imagen de Vicente Moreno y Mira, de Gorga (1910) 


Martí Gadea, en 1906, dice que las gallinas y los perros fueron llevados allí por D. Alonso Olcina y Avargues, en el siglo XVIII, pero esto no puede ser así, por lo menos en el caso de las gallinas, ya que en 1611 ya se citaban las gallinas de la casta de Gorga.

Bernat Capó en «Espigolant pel rostoll morisc» dice: «Els galls de Gorga foren exemplars únics d´una raça singular. En lloc de cresta, dues banyes dures, verticals, armes defensives de la seua pròpia vida i de la seua dignitat de mascle. Alts, negres, d´un negre brillant, sense cap ploma d´altre color. O vermells totalment, sense mitges tintes»

31. Fábricas de Gorga

En 1878, Pascual Orozco habla de que en Gorga había cinco fábricas de mantas y una fábrica de hormillas (botones) y mariposas (para alumbrar). 

32. Al-hem de Gorga

“Al-Hem (pronunciado alsem, el forzudo de Gorga es un personaje de la cultura popular valenciana, propio de las comarcas del Comtat, y herencia de nuestro pasado morisco. Es un morisco legendario que vivió grandes aventuras durante sus más de cien años. Es de gran altura, cabellos erizados y mal peinados, tan fuerte (de brazos como los troncos de una garrofera) que hacía él mismo de ariete; además era capaz de tumbarte de espalda de un soplido”. (WIKIPEDIA)

“Un exemple el trobem en el forçut de Gorga (el Comtat), anomenat Al-Hem. Es tracta d’un morisc llegendari que pot realitzar totes les tasques més complicades i que va sobrepassar la centena d’anys. Es tractava d’un gegant enorme, amb cabells eriçats i amb uns braços molt forts”. (ALAPONT MUÑOZ, Maria José, FERRI RIERA, Aida – Criatures màgiques valencianes: una selecció)

Dice Joan Borja:
“Amb ocasió d’una visita personal al poble de Gorga vaig tenir l’oportunitat d’entrevistar-me amb un nadiu, queconservava, efectivament viva, la memòria del misteriós Al-Hem. Aquella persona em va aclarir que, sobre l’Al-Hem, hi havia un llibre que explicava coses. Amb l’amabilitat inconfusible de la bona gent, em va fer entrar a sa casa i, després de remenar els volums d’un gran calaix, em va posar a mans un exemplar de Tipos d’espardenya y sabata, obra pòstuma de mossén Joaquim Martí i Gadea. Allà s’explicava que el pintoresc homenot, que va existir de bon de veres a la Gorga del segle XIX, tenia nom i cognoms ben cristians. I que se li havia atribuït el sobrenom d’Al-Hem per l’onomatopeia del so que la seua cavitat toràcica —colossal, hem d’imaginar— feia cada volta que expectorava. El nom, a pesar de les aparences, sí que n’oferia, de dubtes, sobre l’origen. S’equivocava Bernat Capó, quan es referia a aquell Hèrcules de la muntanya amb termes com “el darrer morisc”. O potser no: potser alimentava conscientment la llegenda, en procés de gestació, d’acord amb aquella màxima que “se non è vero è ben trovato”. El quòdlibet —sobra dir-ho— no té la menor importància. I si li’l plantejàrem personalment, n’obtindríem la probable resposta d’un somriure afable, còmplice, picardiós. Perquè el fet és que, a pesar de capbussar-se adesiara en la literatura oral del país per a la confecció del seu personal projecte literari, la seua no és la perspectiva del folklorista, de l’etnopoetòleg. No en fa estudi, de l’art verbal incorporat als textos: en fa literatura —amb tantes llicències com vol. I els seus lectors guanyem, tant si visitem el poble de Gorga com si mai no hi posem un peu, el benefi ci d’un imaginari amb gegants moriscos com l’Al-Hem, que en la intimitat de la lletra impresa —la lletra impresa resseguida per l’ull que llig—, serà per sempre mai més el darrer morisc del Comtat: un personatge vàlid per a recarregar semànticament l’espai literaturitzat; un heroi, la descripció caponiana del qual (“alt, amb dos pams més d’altura que qualsevol altra persona normal; els cabells eriçats i esbullats; el cap gran i prodigiosament fort, tan fort, que podia fer d’ariet; els ulls grans i fondament negres; els forats del nas com dues coves; la boca, un avenc capaç d’engolir fogasses senceres; les dents dures com pedra d’esmeril; els braços com soques de garrofer; les mans dues estores aspres com l’espart i el cos tot el d’un Hèrcules capaç de realitzar els dotze treballs en la meitat del temps emprat pel semidéu grec”) serveix, positivament, per a fer un poc més mític, més nostre el “rostoll morisc” dels valencians”.  (BORJA I SANZ, Joan – Les fonts etnopoètiques en l’obra literària de Bernat Capó)

Bernat Capó, en «Espigolant pel rostoll morisc» nos habla del «forçut de Gorga», que era un morisco muy fuerte que vivió más de cien años y contaba:
«-Si es tractava de llaurar, no calia que ningú agafés l´esteva. Es posava el forcat sobre els muscles i a solcar.
-Es conta que quan es presentava ademanr treball deia: jo dos jornals,  el meu i el del animal. I cobrava les dues pagues, però s´en mereixia tres.
-Una vegada se li va a posar malalt el burro i el va dur fins al poble a muscle per a donar-li remei.
-Mai no es ficà en picaraballes. Era un solitari.
-Era un tipus terrible . Ja de vell se li obriren les plantes dels peus de tant de caminar per muntanyes i bancals i no se li va a ocórrer res més que omplir els solcs de la seua carn amb pólvora i botar-li foc. Volia guarir les ferides i acabà amb el cor fet a miques.
-Va viure més de cents anys»


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